Una de las tradiciones cristianas de la Semana Santa es la abstinencia de carnes de animales de sangre caliente durante el Viernes Santo, aunque algunos lo extienden desde el jueves al domingo de Pascua. Pero los vendedores de panchos y choripanes no quisieron perder el negocio, y así fueron de los primeros en llegar a la zona cercana a la parroquia Natividad del Señor, y no resultaron pocos los que se acercaron a comprar un superpancho a sólo un peso. Como cada año, el merchandising no estuvo ausente. Además de los tradicionales rosarios y crucifijos, no faltaron los llaveros y los pañuelos con la imagen del padre Ignacio.
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