Buenos Aires.- Dos rugbiers fueron asaltados cuando circulaban en auto en la autopista Panamericana y un grupo de delincuentes interpuso unos bloques de cemento para obligarlos a detener la marcha. El caso trascendió ayer aunque ocurrió el viernes a la madrugada a la altura del kilómetro 32 del ramal Pilar de Panamericana y tuvo como víctimas a los rugbiers Matías Elmo, jugador del club Champagnat, y Sebastián Nini. "Cuando vi las piedras preferí parar, porque si no, chocábamos y me mataba", dijo Elmo en declaraciones a radio Mitre. El rugbier después contó el asalto que sufrió cuando regresaba a su casa, junto a Nini, después de un entrenamiento. "Nosotros terminamos de entrenar tarde, como a las dos de la mañana. Por lo general salimos de a dos o tres autos, porque es una zona oscura, pero una vez que llegamos al peaje nos dividimos porque ahí uno cree que no le va a pasar nada", relató. "Es que si uno paga el peaje no debería haber problemas", reflexionó. A los dos mil metros de haber pasado el peaje, y a bordo de un auto Volkswagen Gol, los jugadores de rugby vieron en la Panamericana una línea trasversal con cuatro o cinco bloques de cemento que les impedía el paso. Según Elmo, los bloques de cemento eran del tamaño "de los bolsos que llevábamos". "En ese momento, perdí el control, me quedé sin frenos y Sebastián me dijo que no parara porque nos podían roban", agregó. Elmo relató que cuando pudo frenar en la banquina fueron asaltados por dos ladrones armados. "Aparecieron dos hombres bastantes violentos que estaban drogados o borrachos. Nos robaron, nos trataron bastante mal, y nos dejaron desnudos en medio de la Panamericana", relató. Elmo explicó que si bien el asalto pareció durar una eternidad, "fue de cinco minutos". En el asalto, a Elmo le robaron las ropas, la billetera, un teléfono celular y el dinero que había cobrado del sueldo. Una modalidad similar a la empleada por los ladrones para asaltar a los jugadores de rugby se produjo en el verano, cuando desde los puentes de las autopistas arrojaban piedras a los autos y micros para asaltar a los pasajeros. En uno de los casos, ocurrido a la altura del kilómetro 7 de la Autopista Buenos Aires-La Plata, un hombre murió de un piedrazo en el pecho cuando volvía de un viaje de Santa Teresita, donde construía una casa. El crimen motivó una polémica sobre los responsables de la seguridad en las autopistas.
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