Una mujer de 57 años fue hallada ayer asesinada con media docena de profundas puñaladas en su casa de la zona oeste de la ciudad. Anoche, los investigadores habían descartado la posibilidad de que el crimen hubiera sido el desenlace de un robo y se inclinaban por la posibilidad de un motivo pasional.
La mujer fallecida, Yolanda Julia Bolzán, vivía sola en su casa de Matienzo 2486 y su cuerpo desvanecido fue encontrado por su hijo Germán, de 29 años. El cadáver tenía entre seis y ocho puñaladas en el cuello y en el pecho. Estaba tirado en el suelo, en una de las habitaciones de la vivienda. La mujer estaba separada desde hacía quince años. Su ex marido, Alcides Ledesma, ayer a la mañana estaba desconcertado y no conocía los motivos del suceso. La mujer sufría de una úlcera en las piernas y debía operarse el 27 de este mes. Además atravesaba un cuadro depresivo.
A las 9 de ayer, Germán llegó a la vivienda como lo hacía habitualmente una vez por semana. El muchacho entró por la puerta del garaje porque no tenía la llave de la puerta principal y se encontró con una escena desgarradora: la madre estaba tirada en la habitación de la casa en medio de un charco de sangre y con signos de haber sido golpeada. Germán sólo atino a avisar a la policía mientras los vecinos le comentaban que "no habían visto ni escuchado nada". Cuando los policías de la Brigada de Homicidios y de la comisaría 19ª llegaron, pudieron ingresar a la casa sin inconvenientes: la puerta estaba abierta y no tenía signos de haber sido forzada.
Además, otro detalle llamó la atención de los pesquisas: en la vivienda no había desorden y, según la policía, el o los agresores no se habían llevado nada de valor, por lo que descartaron la hipótesis de robo. Esta posibilidad fue corroborada por Ledesma. "No faltaba nada", dijo el hombre a los cronistas de los medios. Otra fuente policial señaló que la mujer fue apuñalada en el comedor y luego fue "arrastrada" a la habitación. El vocero agregó que de acuerdo por lo señalado por el médico de Criminalística de la Unidad Regional II, Bolzán fue asesinada entre las 7 y las 8.
Ayer a la mañana, el ex marido de Yolanda parecía sorprendido y no conocía los motivos del crimen. "No tenemos idea que puede haber pasado", dijo.
Según algunos vecinos, la mujer atravesaba dificultades económicas y ellos debían ayudarla. Mary, que vive a una cuadra, la recibía diariamente en su casa y anteayer había estado conversando con ella. "Era buena y amable. Me parece mentira que haya muerto", dijo la vecina, que le "arreglaba ropa" en su pequeño taller.
Además Mary indicó que la mujer asesinada debía operarse porque "no soportaba más los dolores en las piernas". Sin embargo, Ledesma negó que su ex esposa tuviera limitaciones económicas. "Ella no trabajaba, pero mi hijo y yo les traíamos una vez por semana alimentos y la llevábamos al médico", explicó el hombre.
Ledesma aseguró que, a pesar de estar separados desde hacía quince años, "tenían una buena relación". Además comentó que el miércoles a la tarde Germán la había llevado al hospital "porque debía operarse de la pierna". Pero en el centro asistencial les dijeron que la intervención quirúrgica se había postergado para el 27 de este mes.
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La Ciudad
