Muchos artistas argentinos presumieron, en épocas pasadas, de contar con un gran predicamento en Centroamérica. Cuando la televisión satelital no existía no quedaba otra opción que confiar en sus dichos. Pero Ricardo Arjona confirma la fama de algunos de esos artistas cuando evoca sus años de infancia y la visión que en esos años tuvo del mundo del espectáculo panamericano. "A mí me gustó mucho el tango desde pequeño, y la segunda canción que canté en mi vida que aprendí a tocar en la guitarra fue precisamente un tango", revela. "Nosotros, a pesar de ser vecinos de México, tuvimos muchísima más influencia de la música que se hacía en la Argentina que de la que se hacía en México -sorprende el cantautor-. En aquella época llegaba por allá Sandro y todos sus temas estaban a la orden del día", evoca. El músico confirmó de este modo que el proclamado Sandro de América realmente extendió su reino mucho más allá de la geografía rioplatense: "Yo me vi todas las películas de Sandro porque a mi mamá le gustaba sus películas y mi papá se negaba rotundamente a ir con ella al cine, así que la acompañaba yo", recuerda entre risas el cantante. El compositor confiesa que hoy escucha más a Fito Páez y desmiente que la música que se escucha en Centroamérica sea exclusivamente la de corte festivo cuando dice: "La música de muchos creadores argentinos está teñida por el tango y estos tipos como Fito se convierten en algo universal por su trabajo".
| |