El premio Nobel de literatura colombiano Gabriel García Márquez, junto a otros reconocidos escritores y artistas de ese país, comunicó al presidente del gobierno español, José María Aznar, que no regresará a España mientras se les exija solicitar un visado. En una carta abierta que publicaron varios diarios españoles, García Márquez y los escritores Alvaro Mutis, Fernando Vallejo, William Ospina, Darío Jaramillo y Héctor Abad, así como el pintor Fernando Botero, rechazan la disposición adoptada por la Unión Europea el pasado jueves en Bruselas de incluir a Colombia en la lista de países a los que se les limita el acceso a la Unión Europea. Hasta la fecha Italia, Alemania, Austria y España no habían adoptado esta exigencia, que también afecta a Perú, República Dominicana y Cuba. "Si nos atrevemos a hacerle un reclamo a esa gran nación que nos enseñaron a considerar, con razón o sin ella, como nuestra Madre Patria, es por el hondo convencimiento que tenemos de no ser ajenos a España", señalan. "Nosotros queremos poder entrar a España, no digamos como Pedro por su casa, pero sí como los hijos viajeros que de vez en cuando vuelven a deshacer sus pasos por los caminos de unos antepasados reales o inventados". Los artistas e intelectuales reclamaron que los lazos históricos que unen a estas dos naciones -su lengua común, los referentes culturales e incluso algunas herencias de furias de sangre y fanatismo- justifican que se les de trato preferencial a los colombianos. "Los hispanos -afirman- no podemos ser tratados por España como unos forasteros más. Aquí hay brazos y cerebros que ustedes necesitan. Somos hijos o si no hijos, al menos bisnietos de España. Y cuando no nos une un nexo de sangre, no une una deuda de servicio: somos los hijos o los nietos de los esclavos y los siervos injustamente sometidos por España". "Señor Presidente: en sus manos está una decisión de unión o desunión con los pueblos hispanoamericanos. La Madre Patria podrá portarse como tal, y no darnos la espalda en uno de los momentos más duros de nuestra historia, o podrá también portarse como una madrastra despiadada. Con la dignidad que aprendimos de España no volveremos a ella mientras se nos somete a la humillación de presentar un permiso para visitar lo que nunca hemos considerado ajeno", concluyeron los intelectuales.
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