Mario Gazzola (*)
Cuando algo sorprende es porque no se trabajó para ello. Y Ximena entrenó muy duro para lograr sus victorias en Medellín. Estoy en su preparación técnica desde los 8 años, y puedo afirmar sin temor a equivocarme que estamos en presencia de un talento. Pero no podemos perder de vista que es chica, recién tiene 14 años, y todavía hay un largo camino por delante para recorrer. Ella exhibe una disciplina ejemplar, nunca faltó a un entrenamiento y tampoco llega tarde. Ejerce un control admirable de su alimentación y mantiene un perfil bajo que refleja su personalidad, porque contesta lo que tiene que contestar y en los entrenamientos no ahorra esfuerzos. Las marcas establecidas en este Sudamericano eran previsibles, porque en las pruebas de Brasil realizadas en octubre ya había sentado un precedente, y de acuerdo con lo que habíamos observado de las otras chicas sólo teníamos una duda con una venezolana, pero estimábamos que en Colombia estaría en el podio. Fundamentalmente en los 50 y 100 metros libre, pruebas en las que finalmente se impuso. Uno de los objetivos para el 2001 era este Sudamericano, y durante el año pasado trabajamos para que alcance el punto máximo de rendimiento en esta competencia, algo que en los deportes individuales sucede una o dos veces al año. Ahora estamos construyendo un plan de trabajo de cuatro y ocho años, para el que convocamos a profesionales amigos, porque creo en las tareas multidisciplinarias, y así ejecutar mediciones integrales de sus componentes cada tres meses. Entrenamos todos los días, las cargas son graduales acorde a su capacidad y desarrollo, y veremos si llegamos a los Juegos Olímpicos del 2004 en Grecia. En base a su edad, medida y actitud psicológica nos interesaría que tenga un roce internacional fuera del continente, y así, cuando llegue el 2008, si va todo bien, alcance la mejor marca de su vida, porque a los 22 años es la edad propicia para las grandes marcas. (*) Entrenador de natación de Central
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