Año CXXXIV
 Nº 49.034
Rosario,
martes  20 de
febrero de 2001
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Un expulsado cada tres partidos en la era Bauza
Central es uno de los equipos que ha recibido mayor cantidad de tarjetas rojas del fútbol argentino

Central sufrió durante el ciclo que dirige Edgardo Bauza un promedio de un jugador expulsado cada tres partidos. El dato, por sí solo, es una muestra contundente de la realidad. Las causas, como siempre, son varias.
La primera hay que buscarla en la propia forma de jugar del equipo. Central, lejos de ser un conjunto duro o pegador, es una formación que se caracteriza por su planteo ofensivo y, sobre todo, por la cantidad y calidad de sus jugadores, especialmente desde la mediacancha hacia adelante.
En este sentido, a diferencia de otros equipos integrados por jugadores menos dotados técnicamente y con técnicos apegados a estilos de juego más conservadores, este equipo de Central se caracteriza tanto por su buen trato de la pelota como en la casi absoluta carencia de jugadores que peguen.
El principal déficit a la hora de sufrir amonestaciones y expulsiones habrá que buscarlo, entonces, en la falta de anticipo, primero, y de vocación para la marca, después, que lo obliga a abusar de las infracciones, en muchos casos a destiempo.
En su momento, el Patón Bauza habló de que el equipo debía recuperar la actitud para conseguir la pelota y hasta se mostró conforme con la cantidad de amonestaciones que recibían sus jugadores, si ese era el precio de la enjundia.
Otro factor a tener en cuenta en la búsqueda de las causas de tamaña cantidad de expulsados habrá que buscarlo en el manido tema de los arbitrajes, que sancionan con una vara a los equipos grandes de Buenos Aires (léase sobre todo a Boca y River) y con otra muy distinta al resto.
Desde que Javier Castrilli pegó el portazo al referato con su grave denuncia contra Jorge Romo, el presidente del Colegio de Arbitros, sobre sus recomendaciones a sus colegas para que miren bien el color de camiseta a la hora de cobrar, la totalidad de los jueces del fútbol argentino está bajo sospecha.
En síntesis, para evitar tamaña cantidad de expulsados será cuestión de revisar la forma de marcar, primero, así como de seguir más de cerca a los árbitros, después.


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