Año CXXXIV
 Nº 49.034
Rosario,
martes  20 de
febrero de 2001
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El juez Bassi, bajo sospecha
Serias sospechas por el arbitraje en Lanús-Central

Rodolfo Parody

La pésima actuación del árbitro Gustavo Bassi durante el partido que Rosario Central perdió el domingo contra Lanús ratificó la sospecha que tenían distintas fuentes auriazules y que es un secreto a voces: el juez habría recibido presiones de parte del presidente de Colegio de Arbitros, Jorge Romo, para beneficiar al conjunto granate.
La historia de los temores de fuentes vinculadas a los dirigentes y el cuerpo técnico auriazules nació con el polémico arbitraje de Fabián Madorrán, que perjudicó a Lanús con un penal sobre la hora contra Colón, a raíz del cual el pesidente granate calificó al árbitro de "persona no grata".
Y ayer, un informante de la Asociación del Fútbol Argentino ratificó a Ovación esta sospecha, al confiar que "Bassi es un árbitro que tiene una relación directa con Romo, que frecuenta la AFA todas las semanas y que suele reunirse en los bares cercanos, así que no sería extraño que haya recibido presiones para darle una mano a Lanús".
En este sentido, ayer circuló la versión sobre una posible denuncia de Central contra Bassi, que Bauza no desmintió: "Yo no la hice", se limitó a contestar, con una sonrisa irónica.
Otro dato que se sumó a la sanción del inexistente penal fue que Bassi le señaló a Erroz que lo amonestó por reiteración de faltas, cuando en realidad era la segunda infracción que cometía, según confiaron fuentes de AFA.
Todavía hay mucha tela para cortar del invicto que perdió Central, sobre todo por el polémico arbitraje de Gustavo Bassi. Y uno de los más requeridos en la ciudad deportiva fue el Patón Bauza, que luego del choque ante los granates se fue disgustado y sin hacer declaraciones, mas allá que el técnico se encargó de aclarar que no se fue para nada molesto. El técnico prefirió no cargar demasiado las tintas sobre la actuación del juez, aunque consideró que sus fallos fueron decisivos en el resultado final. -El arbitraje de Bassi no te gustó para nada.
-No quiero hablar del tema. Simplemente digo que es difícil ser protagonista a 300 kilómetros de Buenos Aires.
-Con esos condicionamientos es difícil entonces que Central sea protagonista.
-No, ese es sólo un problema. Lo vengo diciendo desde antes de empezar el torneo y luego de haber ganado los dos partidos que había una euforia a mi juicio desmedida. Al equipo todavía le falta crecer y estar mucho más sólido como para poder pretender ser protagonista. Estamos trabajando para lograrlo. Yo no soy quién para cortarle la ilusión de la gente. Pero si tengo que ser realista.
-¿El motivo de tu bronca al final del partido fue exclusivamente por el arbitraje o tuvo que ver también con el funcionamiento del equipo?
-Bronca por haber perdido y por la forma en la que se perdió. Yo salí caminando normalmente del vestuario y no es que no quise hacer declaraciones sino que cuando me dirigía hacia el micro los periodistas estaban entrevistando a los jugadores.
-Central da la sensación de que tiene problemas en la contención. Cuando Central tiene la pelota es un equipo peligroso y cuando no, le llegan fácil. -Obviamente porque arriesga. Lo que hay que tratar de lograr es un poco más de equilibrio. Con Lanús hubo condicionamientos que provocaron el resultado final, al margen de que ellos terminaron ganado bien.
-La actuación del equipo no te conformó.
-No, no estoy conforme para nada. Pero no tiene nada que ver con los condicionamientos. A veces jugando mal se puede sacar un buen resultado.
-El torneo es irregular y ustedes siguen arriba, ¿el hincha puede seguir ilusionado?
-No soy quién para robarle esa ilusión y ni siquiera hablar de un equipo protagonista cuando recién empieza el torneo. Me parece que es una locura. Recién se puede hablar de un conjunto con posibilidades de pelear cuando faltan seis fechas. Acá lo descartaron a Boca porque había perdido los primeros cinco puntos. Cuando falten pocas fechas lo que pretendo es estar cerca de los primeros para poder pelearles. Por ahora estamos tratando de armar el equipo y de que no pierda puntos.
-Desde que vos está dirigiendo a Central tiene un promedio de un expulsado cada tres partidos, ¿eso se debe a la agresividad que vos querés darle al equipo y que lleva a que la pierna se ponga más fuerte de lo debido?
-Jugamos al límite. Eso lo sabemos. Hay que ver las expulsiones por qué son. A veces son errores, otras por protestar. Pero prefiero ser un conjunto agresivo y pecar por eso que por otra cosa. Arriesgamos mucho y por momentos hay que cortar apresuradamente la jugada para ordenarnos. A veces los números son muy fríos como para analizar una encuesta de este tipo.



"Yo no fui", dijo el Patón sobre la denuncia contra Bassi.
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