Algunos hinchas de Newell's, sobre todo los plateístas que se ubican en la vieja visera, no perdonan una. Ni siquiera a Damián Alejandro Manso, el jugador más cotizado del plantel y que tanto llenó las retinas de virtusiosmo hasta a los ojos de los más exigentes críticos del balompié. Por eso, ayer partieron algunos reclamos cuando el volante fue sustituido por Damiani en el complemento y salió, como ocurre habitualmente cuando es reemplazado, rengueando. Que está jugando desmotivado, que espera ser vendido, que ya no pone las mismas ganas de antes, que se hace el lesionado. Esa fueron algunas de las quejas que se hicieron oir en el momento del cambio y luego, cuando las plateas se desalojaban. Pero las críticas no tienen fundamento consistente. En cambio, sí resulta preocupante el detalle de la renguera, porque puede tener relación directa con el rendimiento del jugador, quien ayer tuvo chispazos de calidad y fue absorbido por la marca personal de Unycio. Y Ribolzi tomó nota de ese detalle. "Lo saqué porque tenía una molestia", explicó Ribolzi, quien además dejó entrever que el tema le preocupa porque sabe más que nadie que no es nuevo. "Hay que ver qué dice el médico el martes", dijo en la conferencia de prensa, y luego lo repitió en la playa de estacionamiento, antes de abordar un taxi que lo alejaría del Coloso junto al Pipa Higuaín. Damián Manso padece un problema en la zona de los aductores, según se viene explicando en los últimos tiempos, ya que yendo un poco atrás en el tiempo, el volante fue parado a finales del torneo pasado para que pueda recuperarse bien de sus molestias pero parece que no pudo lograrlo del todo. Y esa sería la causa principal de su bajo rendimiento en el inicio de este torneo Clausura.
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