Todos los integrantes de la empresa Antfactory Latin América, para la que trabajaba Mariano Perel, declararán a lo largo de esta semana en la causa en la que se investiga el doble homicidio del ejecutivo y de su esposa en la localidad balnearia bonaerense de Cariló. Las declaraciones serán cruzadas con los documentos secuestrados de la compañía, para de esta manera tratar de determinar cuál fue el móvil del crimen.
Fuentes judiciales anticiparon que los próximos días estarán dedicados a tomar declaraciones a las personas vinculadas al círculo laboral de la víctima, quienes podrían aportar relevante información para determinar el móvil de las muertes.
Según los voceros, la fiscal de la causa Claudia Castro escuchará al consultor de la firma, Saúl Attie; al encargado de estudios financieros, Diego Lozada; al abogado Nicolás Perkins y al Mario Sujoy, el hijo de un amigo de Perel, con quien el ejecutivo tenía una deuda de 600 mil pesos. Es que la compañía dedicada a trabajar como consultora de inversiones para Internet tenía un personal reducido de sólo cinco personas en la Argentina.
También está previsto que declaren todos los pasajeros que para el fin de semana pasado se hospedaron en el apart hotel Punta Hamlet, de Cariló, donde el matrimonio fue encontrado muerto de un balazo en la nuca.
Ultimos pasos de las víctimas
Esos testigos servirán para conocer cuáles fueron los últimos pasos de las víctimas y si alguien escuchó algún disparo o percibió algo extraño la madrugada del domingo último. De las personas que estaban en el apart, sólo tres declararon hasta el momento, entre ellas, una mujer que fue convocada por los policías para traducir el mensaje escrito en inglés hallado en la cabaña 32, a metros de los cadáveres.
También declaró un matrimonio joven, que ocupaba la cabaña contigua a la de Perel, quien recordó haber visto a las víctimas el sábado a las 23.
Establecer si se escucharon o no disparos en la zona es de vital importancia, ya que sino podría pensarse que el homicida usó un arma con silenciador, objeto que no fue encontrado en la escena del doble crimen.
Durante el fin de semana, la actividad en el búnker informático de los tribunales de Dolores fue intensa, ya que se empezaron a analizar las grabaciones secuestradas de los peajes de las rutas, la documentación secuestrada de la casa y oficinas de Perel y los listados de llamados entrantes y salientes a los teléfonos fijos y celulares de las víctimas.
También se intentaban localizar dos cartas que antes de viajar a Cariló, Perel encomendó enviar a Miami y a un punto de la Argentina, tal como aseguró un amigo del financista al declarar por más de cinco horas ante la fiscal.