"El proceso de paz debe continuar". Ese es el denominador común que aglutina los sentimientos de la colectividad judía en Rosario, más allá de las banderías políticas. "A pesar del cambio de primer ministro en Israel, la comunidad israelita exhorta a que el proceso de paz continúe. La mesa de negociación es la única vía para consolidar la paz en la región. En Argentina hemos demostrado que árabes y judíos podemos convivir en un mismo territorio", invocó ayer Diego Czarny, secretario general en Rosario de la Daia (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas).
Minutos después de que Ehud Barak reconociera su derrota a manos del derechista Ariel Sharon en los comicios para primer ministro en Israel, Horacio Jorge Glocer, uno de los representantes del Partido Laborista en Rosario, coincidía con la idea de que la paz debe llegar a la región. "El proceso de paz es algo que está más allá del candidato que ganó los comicios en Israel. Sharon no va a poder eludir el diálogo con los palestinos, lo que va a cambiar es la metodología".
Para Glocer, todo parece indicar que el cambio de premier puede favorecer la llegada de acuerdos parciales entre israelíes y palestinos. "En Israel es más fácil lograr acuerdos de paz cuando en el gobierno hay un partido de derecha que cuando es al revés. De eso tenemos una prueba bien palpable. Cuando se firmaron los acuerdos de paz con Egipto (ndr, Camp David en septiembre de 1978), el primer ministro era Menahem Begin, el líder histórico del Likud (partido al que pertenece Ariel Sharon) y en la oposición estaba el laborismo, que dio su apoyo. Ese acuerdo se firmó con un gobierno encabezado por el Likud".
Nada cambia para la colectividad
Diego Czarny, por su parte, como secretario general de la Daia en Rosario, clarificó el sentimiento de los judíos en Argentina, una comunidad que supera ampliamente el cuarto de millón de personas. "El triunfo de Ariel Sharon no modifica absolutamente nada en la comunidad judía argentina. Nosotros, por nuestros vínculos con el pueblo judío, estábamos preocupados por lo que está sucediendo en Israel, pero no tenemos la nacionalidad judía. Es decir, no votamos en los comicios israelíes".
En Rosario viven más de 5.000 judíos israelitas y no se habilitaron mesas electorales para sufragar en los comicios. "En Rosario no se votó. Se suele caer en la confusión de que israelí e israelita es lo mismo, y no es así. Israelí es la persona que tiene la ciudadanía del Estado de Israel, que es el que vota; israelita es sinónimo de judío. Acá la comunidad es israelita, no israelí. La comunidad es judía pero no tiene la ciudadanía", clarifica Czarny.
La posición de las entidades que la Daia nuclea es clara: "El favoritismo por uno u otro candidato tiene más que ver con la discusión folklórica que uno puede tener. A título personal, cualquiera puede tener su corazoncito más cerca del laborismo o de los conservadores, pero a nivel oficial la comunidad no está alineada con ningún partido. La comunidad está identificada con la política oficial del Estado de Israel", subrayó Czarny.
Pese a esta puntualización, el dirigente no dejó de señalar que "a pesar del cambio de primer ministro en el Estado de Israel, la comunidad israelita exhorta a que el proceso de paz continúe. La mesa de negociación es la única vía para consolidar la paz en la región. En Argentina hemos demostrado que árabes y judíos podemos convivir en un mismo territorio".
Una democracia fuerte
Como partidario, Horacio Glocer le pone sentimiento a la distancia a la derrota de Ehud Barak. "Como miembro del laborismo me hubiera gustado que Barak hubiese ganado. Pero esta contingencia también es una demostración de que la democracia israelí es, si no me equivoco, la única democracia real que hay en Medio Oriente. Hace un año y medio Barak ganó con un buen margen sobre el candidato de la derecha Benjamin Netanyahu y ahora un candidato derechista lo derrota en elecciones anticipadas".
Para Glocer las concesiones parciales que hizo el ex primer ministro en las negociaciones con los palestinos fueron el principio del final de Barak. "Las concesiones parciales que hizo Barak a los palestinos, creo, motivaron esta situación. Porque esas pequeñas concesiones no permitieron avanzar en los temas principales, como Jerusalén Antigua y los refugiados palestinos. Entonces, cuando no hubo un acuerdo pleno todo se desmoronó".
"El electorado israelí no se deja influenciar por situaciones circunstanciales, sino que busca la seguridad de situaciones estructurales. Al electorado no le gustan acuerdos negociados de urgencia que, después, al menor desequilibrio tiren todo por la borda", aclara el referente de los laboristas en Rosario.
En tanto, Czarny agregó un ingrediente fundamental para intentar comprender la idiosincrasia que domina el Medio Oriente, una región en donde viven más de 70.000 argentinos. "Hay que entender que en el Medio Oriente hay otros factores que la cultura occidental no siempre tiene en cuenta. Ellos, tanto los judíos como los árabes, le dan mucho valor, por ejemplo, a la tierra. Y para nosotros eso parece algo accesorio, sólo parecería que interesa consolidar el proceso de paz. Y para ellos hay otras cosas que son muy importantes".