Jerusalén. - Ariel Sharon ganó las elecciones, pero no consiguió que el laborismo se pronuncie a favor de un gobierno de unidad nacional. Según versiones periodísticas, el propio Sharon ofreció a Barak la participación en un gobierno de unidad nacional, cuando el saliente jefe de gobierno lo llamó para felicitarlo, pero las respuestas fueron negativas hasta el momento.
La primera respuesta a la propuesta de formar un gobierno de unidad provino de Yossi Beilin, ministro de Justicia de Israel y figura relevante del laborismo, quien manifestó que "lo más importante es dar un no definitivo a formar parte de un gobierno de unidad con Ariel Sharon, que pueda conducir a la violencia. Si Sharon decide seguir el camino de la paz, lo seguiremos, pero con certeza no nos uniremos a él".
También la diputada laborista Colette Avital negó, en declaraciones a la cadena CNN, la posibilidad de un gobierno de coalición y dijo que "no es cuestión de sumarnos a un gobierno que será probablemente dirigido por extremistas". Ocurre que en el Parlamento israelí Sharon no cuenta con mayoría propia y deberá buscar alianzas necesariamente.
EEUU no será frío
El secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, aseguró que el gobierno de George Bush no será "frío" en el proceso de paz en Medio Oriente. Powell llamó a los aliados de Estados Unidos en Europa a persuadir a los líderes de la región a "asegurar que la violencia no vuelva a aumentar, a asegurar que no haya provocaciones que lleven a contraprovocaciones, y el ciclo de violencia comienza".
En una conferencia de prensa Powell expresó que estaba haciendo "un ruego apasionado" para eliminar la violencia en Medio Oriente. "Es la hora de ser pacientes" -declaró el funcionario estadounidense- de "dar al ganador la oportunidad de decidir qué tipo de gobierno se formará". Aún así, dijo, "Estados Unidos está listo para involucrarse en la búsqueda de la paz. Tenemos un papel que desempeñar. No vamos a ser fríos".
No obstante, Powell indicó, desde el punto de vista práctico "lo único que podemos hacer es hablar, y confiar en que los líderes de la región reconozcan la absoluta importancia de controlar las pasiones, controlar las emociones". Insinuando un cambio táctico, Powell expresó que "deseamos asegurarnos de que la búsqueda de la paz es vista en un amplio contexto regional, para que la búsqueda no se vea aislada".
Aparentemente, Powell se refería a los planes del gobierno de Bush de tratar de convencer a los países árabes de que todos se beneficiarían de la paz entre Israel y los palestinos. Pero "al final de la jornada -dijo- Israel y los árabes tienen que desear la paz más que lo que podamos desearla nosotros. Al final de la jornada, ellos tienen que reunirse y negociar entre sí".
"Hasta el punto en que ellos encuentren la mediación , la presencia estadounidense, útiles, pienso que debemos proveerlas", dijo Powell. El secretario de Estado dijo a la prensa que espera viajar este mes al Golfo Pérsico y a Europa.