En el camino que Bauza invita a seguir, hay una parada obligada que acumula noches de insomnio y pensamientos: ganar un campeonato local sentado en el banco y romper el maleficio de cantar victoria ante Newell's.
-¿La gente te cree cuando decís que pueden pelear los dos frentes?
-La gente tiene la ilusión de salir campeón. Cada vez que comienza un campeonato el hincha te pide un título y me parece bien. Es un entusiasmo lógico, a mí no me carga de obligación esa pasión. Lo que les dije a los jugadores es que no tenemos más excusas, ya no somos un plantel de jóvenes y sin experiencia. Tenemos dos años y medio de trabajo con jugadores de 20 años con 30 partidos en primera. Debemos tener objetivos más amplios, no sé si vamos a salir campeones, pero estoy seguro de que haremos un buen torneo.
-Esa evaluación también es extensiva para tu ciclo como técnico.
-Totalmente, ya no tengo más excusas. Por más que De Bruno tenga 15 partidos en primera ya no es un chico, igual es el caso de Arriola. No podemos escudarnos en la juventud de algunos muchachos para acomodar el análisis.
-¿Arriola está para ser el conductor de Central?
-El Tom es un proyecto de gran jugador, pero todavía le falta. El pibe está ansioso porque vienen a hacerle notas, todo el mundo lo pone como el salvador y hay que tener cuidado, hay que llevarlo de a poco. Tiene unas condiciones bárbaras, pero debemos respetarle los tiempos.
-¿Si te hubieras ido cuando saliste subcampeón hoy tendrías una estatua en el Gigante con tu nombre?
-No, para nada. Quizás sería una persona con menos enemigos.
-¿Te ganaste más enemigos siendo técnico que jugador?
-Seguro, como jugador llegué a ser ídolo. Cuando uno llega a ese nivel la gente te perdona cualquier cosa, como le pasó a Poy, Palma o Kempes. Como técnico es diferente, a excepción del que sale campeón, todos somos carne fácil para las críticas.
-¿Qué no te perdonó todavía el hincha de Central?
-Que no ganara un clásico. El hincha está esperando eso, y yo también. Quién no quiere ganar un clásico. Yo soy el primero que quiere ganarlo.
-¿Creés que si hubieras ganado algún clásico y salido todos los campeonatos de mitad de tabla para abajo tendrías otra consideración?
-Seguro, en definitiva lo que me reprocha el hincha es que no haya ganado un clásico como entrenador.
-¿Qué elegirías, ganar la Libertadores o una final de campeonato ante Newell's?
-Ganarle el campeonato a Newell's. Eso sería una acuarela, la pintás vos.
-Si pagaste el derecho de piso, ¿en qué etapa como técnico estás?
-Tengo la madurez suficiente para encarar este nuevo proyecto con Central, sin perder de vista de que estoy en una etapa de permanente aprendizaje.
-¿El Negro Quinteros no juega como titular en los amistosos de la pretemporada por una cuestión futbolística o porque la relación entre ustedes está deteriorada?
-El Negro Quinteros no terminó jugando porque estaba lesionado. El que piensa otra cosa, se equivoca. Padecía un problema de pubialgia que no lo dejaba rendir en sus máximas posibilidades. Siempre dije que si estaba bien en ese momento era el mejor volante central que tenía.
-Pero también hubo un inconveniente extrafutbolístico.
-Sí, el problema se suscitó cuando él se dejó llevar por un periodista y dijo cosas que no tendría que haberlas dicho en una radio. Pero eso fue aclarado dentro del grupo.
-¿Estás en condiciones de afirmar que pase lo que pase vas a cumplir el contrato?
-Sí, estoy seguro. Además vamos a hacer un gran torneo.
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La Ciudad
