El presidente Fernando de la Rúa pidió ayer a los argentinos que "renueven la alegría de vivir" y atribuyó el "pesimismo" del primer año de gestión a "los opinadores que atacan la política del gobierno" y al déficit fiscal heredado de la administración menemista. De la Rúa prometió que durante el 2001 "no habrá ajustes, sorpresas ni cambios imprevistos" y resaltó la importancia de la megarreunión que se realizó durante dos jornadas con todos los funcionarios gubernamentales y legisladores oficialistas en la quinta de Olivos, al subrayar que sirve para que "se fortalezca la solidaridad interior, el entusiasmo y la confianza en esta etapa que exige aún un esfuerzo mayor". Además, el jefe del Estado enfatizó que el índice de desocupación ya está teniendo una tendencia descendente. Y afirmó que "se está sintiendo" la reducción de la carga impositiva, porque "cuando hay baja de impuestos, descienden los costos y mejoran los precios". La jornada de ayer comenzó con las exposiciones de los titulares del Pami, de la Afip y de la Secretaría de Turismo, entre otros funcionarios, pero el plato fuerte llegó por la parte con la presentación realizada por el nuevo secretario de Obras Públicas, Aníbal Rothamel, sobre el plan federal de infraestructura. Como cierre de las dos extensas jornadas de exposiciones, De la Rúa exhortó a "gestionar durante el 2001 todas las reformas propuestas a la sociedad e iniciadas el año pasado". Por último, no se olvidó de hacer un llamamiento a la unidad del gobierno y la Alianza en pos del logro de esos objetivos. Lo cierto es que la administración aliancista montó un escenario tendiente a transmitir el optimismo que lo embarga desde que obtuvo el blindaje financiero. Como muestra, vale el anuncio del jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, quien dijo que se realizarán reuniones de reflexión "con mayor asiduidad" para cada área de gobierno. Pero las críticas llegaron igual: el senador peronista Antonio Cafiero aseguró que la actitud de De la Rúa de reclamar a sus ministros más acción en sus tareas "forma parte del show mediático" del oficialismo.
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