El blindaje es un eufemismo. Parece de magia. Lo que realmente significa es que nos dicen: bueno como no me podés pagar, te espero un poco más, remató Tulio Ceconi, titular de la sede Litoral de la Fundación Mediterránea. El economista consideró que el blindaje financiero y el contexto internacional favorecen a la Argentina, pero es necesario que el gobierno actúe para empezar a revertir la situación económica en el primer trimestre del 2001. Para Ceconi esta reacción dependerá de la confianza en el país que se genere en los mercados internacionales y puedan ingresar inversiones, ya que con el desempleo y la retracción del consumo que hay actualmente no se puede esperar que una reactivación llegue desde el mercado interno. En el camino de lograr la esquiva confianza se inscribe la necesidad de una serie de medidas de shock y que Domingo Cavallo actúe, bajo alguna fórmula que se pueda crear, como el elemento que hace falta para que ese ente impersonal que llamamos mercado mundial invierta aquí, señaló Ceconi. -¿Qué balance hace de este año? -Este fue un año muy particular. Comenzamos con una gran expectativa, que es normal cuando empieza una nueva gestión, y ciertos objetivos que se pensaba se podrían lograr. Pero las medidas que se tomaron en la primera mitad del año iban en contra, como lo fue el impuestazo. En el primer semestre el gobierno erró claramente con las medidas que tomó. Además, se presentó una falta de homogeneidad en materia económica dentro del gobierno que le hizo dilapidar toda la credibilidad inicial que pudiera tener. Esta situación nos llevó a estar desde agosto en cesación de pagos, es decir sin crédito. Para colmo, veníamos de un año muy malo como fue el 99, el gobierno no aprovechó el crédito que tenía y, muy por el contrario, generó más desconfianza. Por eso el análisis económico de este año es muy particular porque hay que ponerse a ver todos los aspectos extraeconómicos que se dieron. -Y el año cierra con el otorgamiento del blindaje. -Termina con una buena noticia como es el blindaje, que en la situación en que se encuentra el gobierno es una presión muy fuerte para no equivocarse de nuevo. -El gobierno ya tiene el blindaje, ¿ahora qué es lo que tiene que hacer? -Tiene que actuar para que el el primer trimestre del 2001 se empiece a revertir la situación. Hoy la economía argentina depende del exterior, de las inversiones que dependen de la confianza que se genere, y del contexto mundial. En el mundo, las cosas andan bien, se dio un crecimiento promedio alto, y el 2001 presenta un contexto favorable para la Argentina. Los precios de las exportaciones del país mejoraron, parece que el euro se está revalorizando respecto del dólar, lo cual significa una devaluación del peso, y además está el blindaje. Todo lo que es externo está a favor, y si lo podemos aprovechar depende de lo que el gobierno haga y cómo inciden las inversiones más el blindaje. Y también hay algunos grandes temas pendientes como la reforma fiscal. Con el desempleo tan alto que tenemos y la escasa capacidad de compra de la gente, no se puede esperar que la reactivación venga de la mano del mercado interno. Por eso el gobierno está buscando generar una corriente de inversiones como lo hace con las obras de infraestructura, y mediante un aumento de las exportaciones. Recién cuando la gente perciba cambios en el ambiente y vea que se generan puestos de trabajo, aumentará el consumo. Ahora se mantiene una gran retracción para hacer compras, sobre todo en los bienes durables que implican generalmente asumir compromisos a futuro. Si no sabe cuáles van a ser sus ingresos o incluso si los tendrá o no en el futuro, hace que las personas no tomen la decisión de comprar. -¿Qué significa reforma fiscal? -Es un cambio en el sistema tributario y de coparticipación. Actualmente se castiga a los inversores. Cuando alguien hace una inversión en una obra de infraestructura, el 29% del costo lo representan impuestos que el Estado recauda. Es cierto que hay algunas obras que tienen exenciones, pero que recaen en el contratista, mientras que todos los que proveen de insumos y servicios siguen gravados. Es lo que pasa cuando una empresa extranjera decide una inversión y tiene que pagar un 21% de IVA al traer equipos y bienes de capital. Además, con el impuesto a la renta presunta se castiga más a los que tienen plazos de amortización más largos. Tampoco hay beneficios para la reinversión, a una multinacional hoy no le conviene reinvertir. Es cierto que con una restricción fiscal muy grande y la deuda que tenemos, una reforma fiscal queda como un enunciado. Además, el presupuesto 2001 ya está aprobado, por lo que si se hicieran cambios en este aspecto recién se notarían al otro año. Pero por lo menos se podrían dar señales de que hay interés en ir en esa dirección. -¿Qué uso se le deberá dar al blindaje? -El gobierno lo usará para cubrir el déficit. Si el crecimiento empieza a ser visible en el primer semestre habrá una corriente de inversiones, pero si continúa el ambiente preblindaje van a haber problemas. El blindaje sólo abre un compás de espera. Pero hay que ser conscientes de que el 2001 va a ser muy difícil ya que a la deuda que ya teníamos hay que sumarle los déficit del 2000 y del 2001, más la deuda que se agrega por el blindaje. Por eso hay que cruzar los dedos por que haya crecimiento y se regenere la confianza. De ahí la urgencia de tener una serie de medidas de shock y que (Domingo) Cavallo actúe, bajo alguna fórmula que se pueda crear, como el elemento que hace falta para que ese ente impersonal que llamamos mercado mundial invierta aquí. -¿Cuán importante es Cavallo? -Su importancia es tremenda porque las circunstancias lo han convertido en un referente fundamental para los mercados. Incluso Cavallo sería el único que podría dar un viraje en políticas fundamentales, como las monetarias por ejemplo, sin que hubiera demasiadas sacudidas. Si algo lo hace Cavallo, no es lo mismo que lo hiciera Ceconi o Machinea. De todas formas, eso tampoco sería algo bueno. No es bueno que se dependa de una sola persona o de medidas tomadas de golpe porque los procesos en juego son muy complejos y deben ser hechos pausadamente para que se consoliden.
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