Falta Rosa, dijeron los periodistas encargados de supervisar cada detalle del encuentro. La joven que recibió un doble trasplante de hígado todavía no llegaba. De repente, se abrió la puerta. Ocho personas entraron al salón del Jockey. En rigor, dos grandes y seis chiquitos: Rosa, su marido y los nenes, de diez años para abajo. Tengo camisa y pantalón nuevos, dijo Alejandro, el mayor de los bajitos. Entonces, sí, se pudo hacer la foto de todos los personajes del año, que también incluyó a los chicos. Asistencia perfecta. Nazareno (6) levantó el pulgar como un verdadero winner. Su mamá resumió el año que se va con una frase contundente: Fue el mejor y el peor. Había empezado el 2000 con una enfermedad fulminante. Fue trasplantada dos veces y le ganó a la muerte.
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