Ribolzi no es un tipo que tenga pelos en la lengua para decir lo que siente. Por eso es tan capaz de contestar con el lenguaje de la calle si una pregunta no le sienta bien como reconocer que el último clásico no salvaba el año, además de las aptitudes del técnico de la contra. ¡Las bolas salvaba el año el clásico! Y con mantener la racha invicta en nuestra cancha tampoco salvamos un carajo. El clásico para mí es un partido más y no lo dramatizo, lo importante es todo el proceso, ejemplificó el Ruso. -¿Pero no lo tomaste como una prueba de tu aceptación de los hinchas de Newell's? -No, para nada. No lo pensé así. Estaba tranquilo. Además, los partidos con Vélez, que nos tiene de hijos, Colón e Independiente era muy importantes también. -Decime la verdad, ¿te sorprendió Bauza escondiendo el equipo? -¿La verdad? Dos horas antes ya sabía que jugaba Ezequiel González. Además, no había muchas variantes y no era complicado de pensar. -¿Pero creés que se pueden sacar ventajas de esa manera? -No, para nada. Además, si me sorprendía el ingreso de Ezequiel, ¿qué les iba a decir a los jugadores: Vamos muchachos de vuelta al vestuario, así conversamos diez minutos más sobre este cambio de último momento?. ¡Vamooooos...! -Más allá de esta picardía, ¿qué pensás de Bauza? -Con el Patón nos enfrentamos cuando yo jugaba en Unión Magdalena y él en Junior de Barranquilla. Compartimos un día en Santa Marta y nos une una relación de respeto. A mí me parece que en Central hizo una buena campaña.
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