A los hinchas les interesa fundamentalmente lo que Ribolzi tenga para decir sobre el equipo, sobre las perspectivas para el año que viene. Pero la realidad de lo que puede hacer Newell's en el 2001 está íntimamente ligada a la de la realización personal del propio Ruso, que debutó en el parque Independencia como técnico de primera división, en su trabajo más importante desde que realizó el curso en el 85. Ribolzi dirigió dos veces a Atlanta y a San Telmo, con relativo suceso, pero donde más se habló de él fue en su función de ayudante de campo, casi siempre al lado de Mario Zanabria, aunque también acompañó a Victorio Cocco apenas recibido. El Ruso comentó además que a principios de campeonato la gente de Belgrano conversó conmigo pero al final se decidieron por Mostaza Merlo, y también tuve la posibilidad de irme con Zanabria a México. Con Marito siempre me resultó fácil trabajar porque antes que nada somos amigos pero necesitaba una experiencia así. Indudablemente, ser uno el que conduzca el grupo es más lindo y la trascendencia es diferente. Pero tenés más responsabilidad también. La posibilidad de Newell's se dio demasiado rápido y no lo pensé mucho. Además, consideré en ese momento que la situación de Newell's no era dramática ni mucho menos, que había plantel como para mejorar y no me equivoqué. Y no te olvidés que conocía muy bien el club y a muchos de los jugadores, continuó. -¿Y cuál es la evaluación de tu trabajo hasta el momento? -Y... no puedo decir nada porque el repunte que tuvo Newell's se debe a los jugadores. Siempre ellos tienen el mayor porcentaje, y mucho más en esta situación en que yo llegué recién al final. -¿Pero no tuviste nada que ver en ese repunte del que hablás? -Bueno, quizás un poco en el trabajo durante la semana pero es poco. Recién después de un campeonato entero podés decir si servís o no servís. Yo siempre fui muy optimista con mi trabajo porque tengo mucho amor propio y a mí nunca las cosas se me presentaron fáciles. Pasé de todo: me cagué de hambre, pegué varias vueltas olímpicas y en el 81 una lesión en la rodilla me hizo quedar libre de Boca, lo cual me hizo sufrir muchísimo. Pero siempre confié en lo que hacía y en darle para adelante. Ahora, el tiempo dirá si tengo capacidad o no para esto. -¿Te molestó que se dijera que viniste a Newell's sólo porque el club te debía más de 100.000 pesos? -Es una boludez. Es verdad que el club tiene una deuda conmigo pero yo tengo una deuda de afecto con el club y nunca reclamé esa plata que ahora está en la convocatoria. -¿Una de las condiciones era que no trajeras el preparador físico? -No, no era una condición pero sí estaba claro que el profesor Marcelo Oyarzún iba a ser el preparador físico. En ese sentido Newell's se maneja como Vélez con Gabriel Macaya y me parece bien. Además, a Oyarzún ya lo conocía y me parece un gran profesional.
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