No sirve de nada quejarse porque los rosarinos no logran sobresalir. Para cambiar la realidad es prioritario profundizar el trabajo de base para que en el mañana se consigan resultados. Como es previsible, en esta temporada es poco lo que se puede rescatar. Uno de los pocos alicientes fue el de Alejandro Boasso, que se adjudicó el campeonato sudamericano de menores en Santiago de Chile. Y otro, el de Gabriela Best, de 15 años. Pese a que hace sólo dos que se dedica al remo, clasificó al Mundial junior de Croacia. En atletismo, lo mejor estuvo del lado de Mario Guerci que mejoró su marca de salto en alto y quedó segundo en el Sudamericano juvenil de Brasil. Sin embargo, con esa marca no logró la mínima para clasificar al Mundial de Chile. Dato elocuente del nivel del deporte en el país. Para los judocas Miguel Albarracín y Mónica López fue un año de crecimiento. Cumplieron con éxito una gira por Centroamérica y clasificaron al Mundial junior. Ambos forman parte del plan de la Secretaría de Deportes de la Nación Promesas 2004. Pocos nombres, pocos resultados. La crisis que vive el país no escapa al deporte. Y la indiferencia de los dirigentes políticos es preocupante. Los presagios para el 2001 no son nada alentadores.
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