Martín Palermo, goleador-héroe de la final intercontinental, confesó que cuando sea viejo y el fútbol ya no exista en su vida pasará el video de las dos conquistas de ayer a sus nietos, para que se emocionen como a él le ocurrió. Cuando ya no exista el fútbol para mí, pasaré los videos de ese partido y se los mostraré a mis nietos. Porque todos los goles son lindos, pero estos los guardaré en el corazón para siempre, confesó Palermo. Estoy viviendo un gran momento, porque esta es una de las grandes alegrías de mi vida. Ser campeón mundial no es cosa de todos los días, se emocionó el artillero boquense, que lleva convertidos 82 tantos con la camiseta auriazul. En pleno éxtasis, el atacante calificó este instante como de felicidad suprema. Hemos logrado algo muy importante en nuestra carrera, que seguramente valorizaremos aún más con el tiempo. Palermo también resaltó que el éxito adquiere más fuerza porque se consiguió a puro esfuerzo. Esta es la culminación exitosa de un proceso que demandó tres años, analizó dentro del calor del momento. El partido quizás no era necesario jugarlo bien sino ganarlo, y nosotros fuimos merecidos triunfadores por el esfuerzo colectivo, destacó. Siempre estuvimos atentos y pusimos todo en la cancha. No dejamos que ellos hicieran su juego, continuó puntualizando. Y finalmente envió una dedicatoria amplia al pueblo argentino, porque no solamente los hinchas de Boca, sino todo el país debe estar feliz, ya que llevamos la copa para allá, volvió a conmoverse.
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