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viernes,
28 de
septiembre de
2007 |
"Es una droga de iniciación"
“Esto ya tiene visos de epidemia, deberíamos analizarlo así”, deslizó el jefe del área de Farmacología y Toxicología de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Juan Carlos Piola, al dialogar con La Capital.
Para el médico, “los jóvenes buscan euforia con el pegamento, ya que esta sustancia al igual que el alcohol provoca ese estado en los primeros minutos, luego actúa como depresor, y lo que no saben los chicos es que tras una sesión prolongada de inhalación se puede encontrar la muerte porque tiene consecuencias devastadoras para la salud. El efecto deseado y el tóxico son tan cercanos que a veces una borrachera y una sobredosis son casi lo mismo”, explicó.
El tolueno que contienen los cementos de contacto es un hidrocarburo aromático, líquido volátil, no corrosivo, claro e incoloro, con un olor punzante y suave. Se utiliza generalmente como solvente para pinturas, extracción de principios activos de plantas y aditivo de la nafta. Produce intoxicación aguda comportándose como depresor. Su consumo crónico es capaz de producir patologías en el corazón, el hígado, el riñón y el sistema nervioso central (temblores y alteraciones del comportamiento).
“En las clases altas los jóvenes no consumen pegamento, sí energizantes, marihuana, y cocaína. El pegamento es económico y de fácil acceso; es una droga de iniciación en muchos casos”, dijo.
El experto remarcó que la gravedad de los inhalantes es que producen arritmias cardíacas y por lo tanto muertes súbitas. “Tienen una alta capacidad de producir mortalidad, algo que también se da con los analgésicos en aerosol. Ante estos tres casos mucha gente está buscando una marca culpable, pero tengo dudas de que haya un artículo en especial que ocasione estas muertes. Habrá que investigar a fondo los casos, y lo más rápido posible”, alertó. l
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