Una pungüina con arrastre

Por Carlos Duclos
La CapitalPor fin se sabe que una pingüina será la candidata a presidenta. En efecto, la senadora y Primera Dama, Cristina Fernández de Kirchner, ha sido ungida para suceder en la Presidencia de la Nación a su esposo, Néstor Kirchner. Y lo cierto es que podrían llegar a equivocarse aquellos que sostengan que la señora es lo mismo que el actual presidente, sólo que con faldas. Nada de eso. No son pocos los que sostienen que “Cristina tiene vuelo propio”. Y es cierto, no sólo que tiene vuelo propio, sino que no le falta carácter y tampoco adolece de inexperiencia política. Como suele decirse en los ámbitos de la política argentina: es todo un cuadro.

Pero la gran pregunta que comienza a revolotear por algunas mentes interesadas en la cuestión nacional es: ¿son vientos favorables? La verdad es que el presidente termina su mandato jaqueado por algunas realidades que no pueden ser disimuladas, algunas de ellas graves para la vida institucional y social. Sólo para recordar algunas, menciónese un índice inflacionario que, por mucho que se afane el nuevo Indec, no puede ser encubierto; hechos de corrupción (como el caso Skanska) que han impactado en algunos funcionarios; un índice delictivo alarmante que no ha podido ser morigerado; una falta de previsión que ha desembocado en una crisis energética sin precedentes y un reciente suceso que se ha convertido en un verdadero papelón internacional: los miles de dólares encontrados en el baño de la ministra de Economía, Felisa Miceli. Sin embargo, y a pesar del escándalo y la gravedad del mismo, nadie se da por aludido y la señora sigue en funciones lo más campante.

El presidente de la Nación ha responsabilizado, como siempre hacen los políticos argentinos, a la prensa por estas situaciones lamentables, como si los periodistas las pergeñaran. Kirchner habló de una "manipulación de la realidad mediática". Ahora cabe la pregunta: ¿los diarios de otros países, y algunos puntualmente de sesgo progresista, también están interesados en manipular la realidad argentina? Es difícil creerlo.

Los intereses. Pero responsabilizar sólo al gobierno de la realidad nacional, que es feliz para algunos pero miserable para muchísimos otros, sería un verdadero acto de injusticia. Tiene razón el presidente cuando sostiene que "los intereses acá son terribles. Hay intereses empresarios muy fuertes y cuando llegan tiempos electorales presionan para buscar algún rédito". Esto es cierto, es muy cierto. En la Argentina de hoy y de todos los tiempos persiste una estructura económica privada (nacional y extranacional) de carácter mezquino, a veces inescrupulosa y pirata que no sólo se mostró indiferente por la calidad de vida del ser humano, sino que cuando fue menester llegó a pergeñar verdaderos golpes de Estado. Recuerde el lector lo ocurrido con el ex presidente Raúl Alfonsín. Sin embargo, esta situación no exime de responsabilidades al Estado, y lo que es más, el Estado se convierte en cómplice de semejantes actitudes cuando las permite, las tolera y deja de cumplir el rol tutelar que le corresponde en defensa del pueblo.

Y la verdad sea dicha, no se advierte que el actual gobierno le haya puesto freno, por ejemplo, a la avidez de empresas extranjeras (como las telefónicas, por enumerar algunas) y a la impunidad de la que gozan. Las multas aplicadas a algunas compañías son verdaderos simbolismos.

Tampoco se advierte que el actual gobierno se haya interesado por sumar voluntades, aun cuando pertenezcan a pensamientos distintos, para que en unidad de acción se alcancen los propósitos que los postergados esperan. Todo lo contrario, el resentimiento parece haber sido el espíritu que animó y anima a no pocos funcionarios y personalidades simpatizantes de la actual conducción. Con tales cargas emocionales, con semejante veneno, difícilmente se pueda construir un país en donde todos vivan con dignidad.

¿Y con Cristina qué? Por eso el advenimiento de una mujer al poder (lo damos por hecho, porque en la oposición no hay nadie que pueda ser rescatado hasta hoy en nuestra opinión y el congreso peronista de San Luis no parece, hasta el momento, algo serio y responsable) abre un interrogante esperanzador: ¿y con Cristina qué? Es cierto que la señora ha sido blanco de muchas críticas, algunas de ellas con algún fundamento, pero considerar tales flancos sin haber degustado la acción de gobierno de la señora ni es prudente, ni es justo. Sobre todo si se tiene en cuenta que “ella” no es lo mismo que “él”.

Con todo, hay algunas cuestiones que deben ser analizadas: ¿está preparado el establishment político para tener a una mujer como líder? Y además: ¿contará la señora con el respaldo de ese grupo? Por de pronto se advierte (y volviendo a San Luis) que algunos peronistas no están conformes con la forma en que se eligió a la candidata. Y en esto no puede decirse que los “puntanos eventuales” no tengan razón. El problema es que se acordaron tarde y mal.

Adhesión y mensaje. La Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina, que lidera el rosarino Juan Carlos Schmid, dio a conocer un comunicado para considerar. Dice que “el resultado electoral del domingo 1º de julio en Santa Fe ha ubicado el proceso en un plano de abierta confrontación con el socialismo y otras fuerzas políticas. Por eso el movimiento obrero debe asumir la defensa de la gestión peronista en la provincia de Santa Fe y hemos instruído a todas nuestras seccionales para que redoblen su esfuerzo en apoyo a Rafael Bielsa”. Pero por otro lado, el gremio señala que “el lanzamiento de la senadora Kirchner a la Presidencia de la Nación no sólo merece el reconocimiento de portuarios y marítimos, la mayoría del sindicalismo no olvida su conducta durante el tratamiento de las leyes flexibilizadoras de los años 90”.

El comunicado no es poca cosa si se tiene en cuenta de donde parte y lo que dice. Schmid es un hombre estrechamente vinculado a la CGT que lidera Moyano, con quien tiene una relación cercana. Por otra parte, el rosarino ha recibido el respaldo de la Federación Marítima-Portuaria, que agrupa a una docena de sindicatos del área, para que integre la lista de candidatos a diputado nacional por el Frente para la Victoria en Santa Fe. Las palabras referidas a la candidata a presidenta: “La mayoría del sindicalismo no olvida su conducta durante el tratamiento de las leyes flexibilizadoras de los años 90”, son para tener en consideración. En fin, que se viene una pingüina con arrastre y pone a todos en una situación expectante.