En Colombia debaten si le dan tierras a las Farc para negociar

Bogotá. — En el contexto del trauma colectivo causado por el reciente asesinato de 11 diputados secuestrados por la guerrilla marxista Farc, el ex presidente colombiano Andrés Pastrana debatió con su sucesor y actual mandatario, Alvaro Uribe, sobre la validez de entregar a esa fuerza ilegal 800 km2 de territorio para negociar un “canje humanitario” de los rehenes en manos rebeldes por guerrilleros presos.

   Pastrana, quien llegó al cargo en 1998 con la consigna de negociar a fondo con las Farc para dar fin al largo conflicto armado, se manifestó a favor del “despeje militar” de dos municipios en el suroeste de Colombia, para negociar el canje, tal como reclaman las Farc.



“Un estímulo”. Este planteo fue rechazado de inmediato por el gobierno de Uribe, que consideró que esa chance sería “un nuevo estímulo” para el crecimiento guerrillero. Cuando fue presidente, Pastrana concedió a las Farc un enorme área en el centro-sur del país para llevar a cabo negociaciones, que no condujeron a ningún resultado mientras la guerrilla aumentó su poder de fuego y movilización visiblemente. Este resultado llevó a la triunfal elección de Uribe en 2002, bajo el lema de combatir con dureza y sin pausa a las guerrillas y paramilitares. El año pasado Uribe fue reelecto de manera arrolladora, gracias a los avances en la seguridad pública, especialmente en las grandes ciudades.

   Pastrana puso como antecedente que Uribe aceptó hacer algo similar con los paramilitares. Recordó que Uribe concedió lo que él llamó un “despeje militar” cuando accedió a negociar con los paramilitares en la zona de Ralito, noroeste del país. “El despeje del presidente Uribe se llama Ralito. Allí se hizo una zona de despeje como la del Caguán para llevar a cabo el proceso de justicia y paz, el de los paramilitares”, dijo el ex presidente desde España.

   Uribe respondió que en Ralito las autoridades y las fuerzas militares y policiales no abandonaron la zona a manos de los irregulares.

   El gobierno contrastó así con lo hecho por Pastrana, que entregó virtualmente cinco municipios y toda una región (el Cagúan) a las Farc. Si bien en los acuerdos firmados éstas no debían realizar actividades militares, violaron desde el inicio su palabra y transformaron al Caguán en base de entrenamiento y de lanzamiento de ofensivas, así como en epicentro de narcocultivos. En 2002, fracasado el proceso y con las Farc más poderosas que nunca, Pastrana ordenó al ejército retomar el Caguán.

   “Una nueva zona de despeje sería la nueva versión del Caguán, convertido en estímulo al crecimiento guerrillero y paramilitar”, sostuvo el gobierno. “Ralito fue una zona de ubicación temporal de paramilitares en proceso de desmovilización, a la que entró la fuerza pública tantas veces como se requirió y una zona de tránsito hacia la cárcel. El Caguán fue todo lo contrario; una zona de tránsito hacia la casi toma del poder por parte de la guerrilla terrorista”, añadió la presidencia colombiana.



Detenidos. En tanto, el conflicto armado sigue produciendo novedades. Ayer fue detenido un ex jefe de los servicios secretos por su connivencia con los paramilitares, a los que habría provisto una lista de nombres de sindicalistas y dirigentes de izquierda para que los aniquilen. Colombia también debió exonerar a un cónsul en la vecina Venezuela por haber dialogado con un prófugo del escándalo de la “parapolítica”, que desató un descalabro en las filas oficialistas. Por otra parte, un jefe de las Farc acusado de la masacre de nueve concejales en 2006 fue arrestado por el ejército.

Ceremonia por los 11 diputados asesinados por la guerrilla.