Cartas de lectores
Año CXXXVII Nº 49526
La Ciudad
Política
Opinión
Economía
La Región
Información Gral
El Mundo
Policiales
Cartas de lectores



suplementos
Ovación
Escenario
Educación
Estilo


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 01/07
Mujer 01/07
Economía 01/07
Señales 01/07
Educación 30/06
Salud 27/06
Página Solidaria 27/06
Estilo 16/06

contacto
servicios
Institucional



 sábado, 07 de julio de 2007  
Vigencia del autoritarismo

Los autoritarios son duros con los de abajo, pero sumisos con los de arriba. No solamente los torturadores y represores son ejemplos de ese tipo de personalidad, sino también mucha otra gente de apariencia común. Porque "se les canta", verduguean al que perciben como más pobre o indefenso. Muchas veces con el pretexto de la "obediencia debida" se ha intentado justificar los delitos y conductas aberrantes, pero la historia muestra que es posible desobedecer las "órdenes" de violar, robar, torturar y humillar, que alguien pudiera recibir de un superior. Una anécdota reciente viene al caso. Estaba en la cola de un cajero automático. Llegó un señor de unos cincuenta años, de aspecto corriente, como yo. Me empezó a comentar, irritado, sobre la gente que se demora mucho con las operaciones del cajero, mientras él en quince segundos liquida todo. Le respondí que algunos están aprendiendo, que otros son lentos y que hay que entender. Me dijo un poco violento que "por qué no se van a hacer atender por un cajero humano". Le dije que cada uno vive como puede y si otro nos provoca sin querer una pequeña molestia, hay que aceptarlo y no querer ponerlo contra el paredón para que todo "funcione bien". Me dí cuenta de que no le gustó mi parecer y ya no volvimos a hablarnos. Cuando me tocó el turno hice mi trámite rápido y al salir le dije con sorna: "Trece segundos". Lo dejé masticando su derrota.

Héctor Bonaparte

DNI 6.205.548




enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo




  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados