“La bandera es la identificación: no es el DNI sino el ADN de cada uno”

José Cura dijo que cantar en el aniversario del Monumento fue algo muy especial. El tenor rosarino radicado en Europa admitió que se sintió halagado por la convocatoria

Marcelo Menichetti / La Capital

El cantante lírico rosarino José Cura se sumó a los festejos por el 50º aniversario del Monumento Nacional a la Bandera interpretando “Canción a la bandera”, aria de la ópera “Aurora”, de Héctor Panizza. Visiblemente emocionado, el tenor radicado en Europa, donde se forjó una sólida carrera, dialogó con La Capital y confirmó aquella sentencia que dice que la patria es el territorio de la infancia: “Cuando cierro los ojos, la primera cosa que veo es mi casa de la niñez, el barrio de la niñez”, confesó el artista.

Aplaudido por la crítica especializada por sus interpretaciones de “Otello”, de Giuseppe Verdi, y “Samson”, de Saint-Sans, Cura también es reconocido por ser el primer artista en haber cantado y dirigido simultáneamente una misma obra y el primero en combinar interpretaciones de canto y sinfónicas en un mismo concierto.

Enfático, dominante y locuaz, Cura abandona por un momento su rol de artista lírico de estatura internacional para entrar en el terreno de las confesiones y admitir que cantar en la circunstancia que lo convocó es algo diferente.

—¿Qué significa para usted cantar en el Monumento a la Bandera?

—Cantar la “Canción a la bandera” en el Monumento es un poquito fuerte. No es un concierto normal, es el lugar y la canción del lugar. Más que fuerte que eso no puede ser.

—¿Le trae recuerdos este lugar?

—No se trata solo de recuerdos, se trata de identidad. Por ser rosarino la identificación número uno es el Monumento a la Bandera. Después, a lo mejor la número dos es Newell´s y Central... Después de haber cantado la “Canción a la bandera” en Inglaterra, en Japón, en Australia, cantarla aquí es otra cosa.

—¿Qué significa la bandera para un exiliado?

-No, exiliado no, porque un exiliado es una persona que se va con una patada en el culo, como quien dice. Uno no es un exiliado sino un emigrante. Así como nuestros abuelos vinieron de allá para acá a buscar fortuna, muchos nos fuimos de aquí para allá a buscar fortuna. Y la bandera es una identificación, es la identidad y ni siquiera es el DNI es el ADN de cada uno.

—Hace ocho años cantó en este mismo escenario ante una multitud y no pudimos saber qué sabor le dejó esa experiencia. ¿Qué pasó en aquella oportunidad?

—Esperábamos 5 mil personas y vinieron 40 mil. Un evento extraordinario, lleno de cariño y afecto. Es un recuerdo enorme.

—¿Cuando cierra los ojos y piensa en Rosario qué ve?

—Probablemente cuando cierro los ojos, la primera cosa que veo es mi casa de la niñez, el barrio de la niñez. Un lugar que ha cambiado muchísimo. Claro que han pasado 30 años.

—Esta visita a la Argentina tiene como motivo otras presentaciones como las que ofrecerá en el Teatro Coliseo de Buenos Aires con el elenco del Colón...

—No. Esta visita se inició con motivo que se cumplen los 50 años del matrimonio de mis padres, aniversario que coincide con el del monumento. Luego se supo que yo venía, porque es prácticamente imposible, cuando uno se mueve, que no se entere nadie y a partir de allí comenzaron a llegar las invitaciones que, en este caso, son superagradecidas porque participar en este festejo tiene una cosa especial. Luego surgió lo del Colón y el concierto del Mozarteum de acá. Al final en estas vacaciones estoy trabajando más que cuando estoy en casa.

—¿Qué sucedió con su disco “Aurora”?

-Ese fue un disco dedicado a mi país que comienza justamente con la “Canción a la bandera”. El disco lo grabé en 2001, dedicado a la Argentina, pero nunca se vendió en el país. No logramos establecer acuerdos con ningún distribuidor. Fue un disco dedicado al país, vendido en el mundo entero, que lamentablemente aquí nadie conoce. Con motivo de los 50 años del Monumento, la Municipalidad de Rosario hizo un acuerdo con mi empresa para comprar 5 mil discos a precio de costo. No ganamos nada pero al menos, en forma simbólica, estará presente en esta conmemoración cuando tendría que haber estado aquí y haber vendido miles de copias simplemente porque está dedicado a la Argentina, independientemente de si gusta o no el artista que lo hizo. Cuando uno dedica un disco al país se lo dedica a su gente. Es un disco dedicado a mi gente que mi gente no tiene. Las razones de mercado rigen sobre las razones sentimentales. Esperemos que se queden cortas las cinco mil copias.

El artista hizo “Aurora”, un álbum de canciones distribuído en todo el mundo, excepto en la Argentina, país al que está dedicado.