Turismo estudiantil, ¡ojo a las mentiras!

Fui coordinador de turismo estudiantil de una gran empresa de Rosario y el año pasado tuve la oportunidad de ser el acompañante de mi hijo a Bariloche. Realmente da pena ver a empresas que creen ser grandes y sin embargo no tienen la mínima capacidad para organizar como corresponde algo tan ansiado por los chicos como es el viaje de estudios a Bariloche. Hoy, al igual que el año pasado, la empresa que nos llevó sigue dando qué hablar: cambian de hoteles cada año y hasta último momento no se sabe cuál es el hotel que le toca al grupo, a pesar de haber firmado un contrato. Esto se debe a que la empresa se ampara en una cláusula que ninguno de los padres suele prestar atención y que dice: "o de similares características". Y ahí se cae en la trampa, a último momento no queda otra que aceptar lo que te dan. También observé cómo empresas que tienen su casa central en Buenos Aires mezclan a chicos de Rosario en hoteles que tienen destinado para los de Buenos Aires, generándose un clima un poco pesado. Siempre es bueno quedarse con una empresa nacida en Rosario y de reconocida trayectoria.

Fabio Sarnari

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