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 jueves, 03 de mayo de 2007  
Denuncian estafa a jubilados en Roldán con créditos no solicitados
Varios pasivos aseguran que una gestora tramitó préstamos sin su debida autorización. Los hechos se comprobaron porque en los recibos de sueldos aparece el descuento por cuotas

Delcia Karamoschon / La Capital

Roldán.— Un jubilado denunció ante los Tribunales de Rosario que fue defraudado por una mujer que se dedica a gestionar créditos a gente de la tercera edad. Luego de que el hombre hiciera pública su situación, aparecieron otros pasivos que aseguran haber sufrido similares engaños.

Pedro Acuña tomó un préstamo hace un año con la firma Plural Coop, cuyas cuotas son deducidas directamente de su salario a través de la Ansés. La operación fue gestionada por una mujer de Roldán que se dedica a tramitar ese tipo de préstamos.

Por ese Crédito le descontaron unos 130 pesos mensuales. En enero pasado, la gestora le dijo que iba a tratar de obtener una reducción de la deuda. Para eso le pidió su último recibo de sueldo y el documento de identidad. Días después, le devolvió la documentación confirmando que le había concretado la quita. Pero en marzo, Acuña comprobó que la cuota había aumentado a casi a 200 pesos. Cuando le pidió explicaciones, la mujer argumentó que era porque la deuda se había reducido y tenía que pagar menos cuotas.

No conforme, el jubilado consultó a un abogado que se puso en contacto con la casa central de Buenos Aires de Plural Coop, la que informó que el aumento porque en enero se había tomado a nombre de Acuña un nuevo préstamo por 1.000 pesos en 30 cuotas de unos 70 cada una. Agregaron que había sido gestionado en una agencia adherida, en donde también confirmaron el nuevo préstamo. La sorpresa fue mayor cuando le mostraron fotocopia de un cheque por 1.000 pesos a favor de Acuña y que éste había cobrado.

Acuña aseguró que cuando entregó su DNI y el recibo de sueldo nunca firmó una documentación que lo comprometiera a gestionar un nuevo préstamo. Ante esto, se sospecha que para que efectivizar el cobro se adulteró su firma. Con los actuales descuentos, el hombre —que cobra un salario mínimo— deberá pagar 2.100 pesos en 30 cuotas, casi todos sus haberes.

Otros engañados.
Al conocerse lo sucedido a Acuña se pudo saber que la misma persona habría engañado a otro vecino, de apellido Fernández, que también solicitó un préstamo con esa gestora, la que luego solicitó otro sin su consentimiento. Fernández contó que la mujer lo llevó a Rosario con la excusa de que le reducirían la deuda.

Según recordó, también le pidió el DNI, se bajó del vehículo y luego regresó para que firme unos papeles. Terminada la gestión lo llevó hasta una sucursal bancaria, lo hizo esperar y más tarde volvió para que Fernández firmara dos cheques. De regreso a Roldán, dejó a Fernández en su casa sin darle el dinero, y dos meses después comenzó a percibir una nueva retención por 200 pesos.

Un caso similar es el de Josefa G. quien afirmó haber sacado un préstamo en cuotas de 80 pesos, pero luego en su recibo apareció un descuento de 120.

Por su parte, María Hilda L. dijo que había terminado de pagar un crédito que gestionó con la misma persona. “La mujer me ofreció sacar uno nuevo pero no quise, sin embargo, me pidió el documento para terminar los trámites del crédito cancelado”. Tiempo después descubrió que le retenían 320 pesos.

Otro caso es el de un jubilado discapacitado que obtuvo un préstamo, terminó de pagarlo pero siguió recibiendo una retención de 30 pesos por un supuesto crédito de 500 pesos que aseguró no haber pedido nunca.
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Acuña muestra indignado su recibo donde consta la cuota de un crédito que nunca pidió.


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