Carrascosca dijo que, al pedir la ambulancia, estaba con Bártoli

El fiscal lo hizo notar porque quiere probar que el viudo entonces estaba con otras personas. En sus dos declaraciones previas nunca el imputado había aceptado lo que sostuvo ayer

Buenos Aires.- Carlos Carrascosa hizo ayer algo que nunca había hecho: admitió en el juicio que es la voz de su cuñado, Guillermo Bártoli, la que se escucha mientras él llamaba a una ambulancia para que auxiliara a su esposa, después de creer que la mujer había tenido un accidente en el baño. Con eso reconoció por primera vez la presencia de su cuñado en el lugar.

El cambio de Carrascosa coincide con la novedad destapada por un escrito presentado días atrás por el abogado Alejandro Novak, defensor de Bártoli, admitiendo que su asistido estaba en la escena del crimen durante la llamada a la ambulancia, justo mientras se realizan nuevas pericias para identificar los voces oídas en esa grabación.

Aunque después de cuatro años los peritos todavía tratan de identificar las casi inaudibles voces que se escuchan de fondo en la grabación de la llamada telefónica con que Carlos Carrascosa pidió una ambulancia a la prepaga médica Osde, el viudo aseguró que se trata de la de su concuñado Guillermo Bártoli. "En este juicio, señores jueces, yo he escuchado por primera vez esa comunicación mía y en esa grabación yo escuché la voz de Bártoli. Vengo a reafirmarlo ahora", enfatizó el ex agente de Bolsa.


Esa voz
En las dos veces anteriores que declaró antes en el juicio que se le sigue por homicidio nunca el viudo había admitido que la voz que aparecía era la de su cuñado La importancia del reconocimiento es que la fiscalía cree que al momento del homicidio de María Marta Carrascosa estaba junto con otras personas y por eso se pidió que se haga un peritaje acerca de esa llamada efectuada el 27 de octubre de 2002 a las 19.07

Luego de que el viudo pidiera ayer ampliar su indagatoria, el fiscal Diego Molina Pico lo interrogó sobre los llamados que hizo después de que, según su versión, encontró a su mujer desmayada en el baño y la masajista Beatriz Michelini llegó a su casa. "Primero lo llamé a Bártoli y después a Osde porque la masajista me dijo: ¡Llame a Bártoli! Estaba la masajista y al instante llegó Bártoli, durante la conversación. Me acuerdo patente el grito de «Vamos María, vamos María»", relató en referencia a que su cuñado gritaba mientras hacía masajes cardíacos para reanimar a la victima.

Debido a que por detrás de la voz de Carrascosa se escuchan las de otro hombre y también el sollozo de una mujer, el fiscal le preguntó si Irene Hurtig -hermanastra de la víctima- llegó a la casa mientras él hablaba, tal como ella lo declaró la semana pasada. "No lo puedo precisar. Lo quiero ver a usted llamando a una ambulancia si su mujer está muerta", le contestó el viudo, ofuscado.


La masajista
Molina Pico luego marcó como una contradicción lo que dijo Carrascosa en una declaración de enero de 2003 y lo de ayer ya que antes Carrascosa dijo que a su cuñado se lo había cruzado por primera vez en la escalera de la casa y no mencionó el llamado Habrá sido un momento después Yo he escuchado la conversación con Osde por primera vez en este juicio nunca me la habían pasado pero a Bártoli lo reconocí acá Es la voz de Bártoli afirmó el viudo

Un punto importante es, por tanto, establecer a qué hora llegó la masajista Beatriz Michelini a la casa donde ocurrió el crimen de María Marta García Belsunce. El fiscal Molina Pico preguntó cómo era posible que la voz de la masajista apareciera en la llamada hecha a las 19.07 pidiendo una ambulancia si la mujer había llegado a las 18.59 y había tenido que esperar en el ingreso al country Carmel de Pilar entre 15 y 20 minutos, según declararon los guardias. "Eso será materia de alegato de mis abogados", dijo Carrascosa al esquivar la pregunta puntual.

Es que Molina Pico tiene la sospecha de que la voz femenina que se escucha en la llamada es, en realidad, la de Irene Hurtig, hermana de la víctima, pero la principal prueba que posee es la contradicción con los horarios a los que aluden los protagonistas y los registros telefónicos.

Apenas Molina Pico avanzó sobre este terreno, la defensa de Carrascosa se opuso a pedirle explicaciones al viudo y aseguró que su cliente no andaba "con un cronómetro" para calibrar sus movimientos en función del reloj. El tribunal, sin embargo, aseguró que la pregunta era pertinente y le permitió avanzar al fiscal en esa línea, pero Carrascosa respondió que esa cuestión será tratada por sus abogados cuando llegue el momento de evaluar las pruebas. (DyN-Télam) l

Carrascosa al llegar al tribunal.