Imágenes del novecientos

El auge de la fotografía y el afán clasificatorio de principio de siglo no sólo allanaron el camino de las escuelas de antropología criminal y psiquiátrica sino que también ayudaron a que proliferaran distintas corrientes fisonómicas. Estas suponían que en las líneas y en las expresiones del rostro de los individuos “normales” -si alguien puede considerarse de ese modo- podían “leerse” su inteligencia, carácter, inclinaciones y hasta qué le depararía el porvenir de su vida.

"Cínico", "Agresivo", "Repugnancia", "Risa franca", "Fastidio" y "Llorando".