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 sábado, 28 de abril de 2007  
Viajeros del Tiempo
Rosario 1905/1910

Guillermo Zinni / La Capital

Los deberes de los funcionarios policiales. El jefe de policía de la Capital Federal ha hecho circular una orden del día respecto a los deberes morales del personal hacia la población. Dice en ella: “La policía es una entidad de amparo social. Le corresponden todas las iniciativas y los esfuerzos tendientes al bienestar de la sociedad tanto respecto a la seguridad de las personas, de sus bienes y de sus derechos legislados como de las cooperaciones que demande para su tranquilidad. Es un servicio público y como tal está obligada a atender con solicitud y empeño a todo ciudadano que la demande por denuncia de delito como de averiguación de noticias que afecten al mismo o a su entorno familiar. También debe intervenir dando consejos o indicaciones útiles, especialmente para el inexperto o el desvalido, y todo ello sin distingos odiosos de la caliad social del requirente, que en todo caso debe ser favorable al más humilde. Así es como se obtienen las estimaciones públicas y la confianza y cooperación de la comunidad. Todo policía debe compenetrarse con su rol social y ajustar su conducta, así como actuar sin contemplación sea cual fuere el rango del funcionario que por negligencia o incapacidad no procediera de la manera correcta que se espera de él”.

Quesos frescos. En Francfort, Alemania, se ha verificado un extraño duelo entre Alfredo Berstein, fabricante de quesos, y Franz Bon Karlz, importador de la misma mercadería, los que se desafiaron a ver quién era capaz de comer más. Los padrinos pesaban los quesos y se los hacían tragar a los duelistas, cada uno de los cuales engullía de su propia mercancía, al principio con entusiasmo, pero luego empezaron a escasear los bríos hasta que por fin Karlz se declaró impotente de pasar un bocado más y Berstein fue nombrado vencedor luego de comer la friolera de dos kilos y medio de queso.

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