Rugby: Plaza está en semifinales

Pablo F. Mihal / La Capital

"Si no terminábamos sufriendo, esto no sería Plaza", se le escuchó decir a un viejo hincha del pasaje Gould, mientras se acomodaba la campera y encaraba hacia el bar en busca de un café que le devuelva el alma al cuerpo. La frase, con mucho tino, dibujó en pocas palabras el triunfo de Atlético sobre Universitario por 25-19 en uno de los partidos de los cuartos de final del Nacional de Clubes, victoria que le sirvió para ingresar al selecto grupo de los semifinalistas del certamen.

Porque ayer, Plaza ganó a lo Plaza: realizó una muy buena tarea en el primer tiempo, después cayó en una de sus habituales lagunas y terminó sufriendo.

En el primer parcial, el equipo de Federico Risler y Mario Gerosa casi no tuvo fisuras y empezó a sacar diferencias desde el mismo kick off. Tuvo la pelota en su poder y con control y dominio marcó los ritmos del partidos. Su concentración le permitió recuperar muchas pelotas ante un Universitario lento y previsible que estuvo muy lejos del nivel que mostró otras tardes.

Matías Bielsa marcó el camino a los dos minutos, Santiago Risler pegó una segunda estocada con una intercepción en mitad de cancha que terminó bajo los palos cuando el reloj marcaba el cuarto de hora y Mariano Balbo redondeó con su try al término del parcial, un primer tiempo que tuvo a Plaza como el gran protagonista.

Pero en el complemento esa imagen de equipo sólido se perdió en el vestuario. Universitario estaba obligado por el marcador, pero no le encontraba la vuelta al partido. Con el correr de los minutos empezó a ganar protagonismo, mientras que Atlético empezó a ceder terreno.

Así los académicos empezaron a visitar con más frecuencia la última línea plazona, empujados por su hinchada y con Galo Della Vedova y Pablo Colacrai como abanderados.

El equipo de Las Delicias complicó en el scrum a Plaza y mejoró muchísimo en el line, por lo que contó con pelotas de mejor calidad, pero no supo capitalizarlas ni aún cuando tuvo dos hombres de más dentro del campo de juego (por la amonestación de Risler y Jozami).

Los últimos minutos fueron no aptos para cardíacos. Decidido a quemar las naves, Uni intentó la heroica pero no le alcanzó para superar a un Atlético que, tras el pitazo final de Mancuso, desataba un merecido festejo. No era para menos, había entrado a semifinales.

Juan Sylvestre intenta arrebatarle la pelota a Martín Rodríguez Gurruchaga.