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| sábado,
21 de
octubre de
2006 |
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Boasso-Gandolla, un dobles
bárbaro para la Davis
El fervor por el tenis que vive el país es capaz de provocar milagros. La locura que despiertan Nalbandian y compañía ha hecho que muchos optaran por cambiar de deporte. Y así, antiguos cultores del fulbito con amigos ahora eligen la raqueta y el polvo de ladrillo. Dos ediles que no son afines en política se han sumado a la pasión colectiva y ya lo demostraron en el Concejo, donde defendieron a capa y espada el proyecto de que Rosario tenga un complejo internacional de tenis. Jorge Boasso y Arturo Gandolla armaron un dobles que sorprendió a todos: cuando uno sacaba, el otro voleaba. Y a la hora de defenderse, parecían Vilas y Clerc: cuando no era un passing, era un globo. Los muchachos dieron pruebas de que están afiladísimos. Si siguen así, el capitán del equipo argentino de la Copa Davis, el Luli Mancini -casualmente, también el promotor del emprendimiento mencionado- va a tener que evaluar seriamente convocarlos para pelear por el título en Moscú contra los rusos. Entre los dos, pueden enloquecer a cualquiera. Con la raqueta o con la lengua.
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Un libro muy
esperado
Se comenta que al diputado reutemista de Venado Tuerto Jorge Lagna no le alcanzan las horas del día para culminar un libro que pomposamente se titulará "La secta socialista". Es que en principio los autores decían que iban a presentarlo en sociedad el Día de la Lealtad, es decir el 17 de octubre pasado. Sin embargo, todo indica que será a fines de este mes o a principios de noviembre. Fiel a su estilo, el legislador venadense justificó la demora diciendo que había material de sobra para colocar en las páginas. Parece que saldrán con los tapones de punta sobre la historia de los hombres de la rosa. "Muchos diputados socialistas ni me miran en la Cámara y no quiero ni pensar qué pasará cuando lean el libro", comentó el Pito Lagna, malicioso. Cuánto suspenso.
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Una excusa perfecta
para tomar un trago
A las diez de la noche del jueves, El Cairo presentaba un curioso espectáculo. Colmado de gente, lo inhabitual no era la cantidad de clientes sino que muchos de ellos se saludaban y conversaban ente mesa y mesa. No se trataba de relaciones entabladas en ese momento: sucede que todos eran vecinos. Es que el Palacio Fuentes había sufrido un prolongado corte de luz y entonces el mejor refugio para matar la espera era el famoso bar de Santa Fe y Sarmiento. Tomando en cuenta los beneficios que trajo aparejados para el boliche la interrupción de la energía eléctrica, los rumores que circulaban hablaban de una supuesta "mano negra" en el asunto. ¿Será una nueva estrategia empresaria? Rafael Ielpi, que vive en el tradicional edificio, no parecía muy disconforme mientras tomaba una copa en compañía de su bella esposa. |
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La Ciudad
