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 jueves, 24 de agosto de 2006  
Lanzamientos
Audi ya tiene su todoterreno y lo bautizó Q7
Llegó al país el primer SUV de la marca de los anillos, con tracción integral Quattro y hasta siete asientos. Las motorizaciones son un diesel de 233 CV y un naftero de 350, ambos con caja automática secuencial Tiptronic. Lujo y confort en todo tipo de caminos

Jorge Kaplán / La Capital

Poco más de dos meses separaron la presentación mundial del Audi Q7 de su desembarco en las concesionarias argentinas, pero más de tres años pasaron desde que la marca alemana diera los primeros indicios de su intención de competir entre los SUV premium. El largo proceso dio como fruto un todoterreno de lujo y grandes dimensiones, que puede transportar hasta siete pasajeros, con tracción integral Quattro y un destino de todocamino que se sentirá más cómodo en las carreteras que en el off road. Las motorizaciones que arribaron al país son dos: un V6 3.0 turbodiesel de 233 caballos de potencia y un par de 500 Nm, y un naftero V8 de 4,2 litros e inyección directa FSI de 350 caballos, ambos con caja automática Tiptronic de seis marchas.

  Audi se sumó a la guerra de los SUV premium con el Q7, un vehículo de generosas dimensiones que se posiciona como el más voluminoso de su segmento, con más de cinco metro de largo y casi dos de ancho, y un amplio espacio interior que le permite alojar hasta siete pasajeros.

  En ese sentido, las versiones de serie vienen con cinco asientos, con la posibilidad de que el banco trasero se deslice longitudinalmente, y como opcional la alternativa de pedirlo con seis (2+2+2) butacas o siete (2+3+2). En este último caso, la butaca central de la segunda fila es algo más incómoda que las laterales, mientras que la tercera fila está pensada más bien para chicos. De todas formas, en ningún caso se ve resentida la capacidad de carga, realmente grande en cualquier situación.

  Todos los asientos traseros son rebatibles, permitiendo numerosas configuraciones y hasta conformar una enorme superficie plana de carga.

  Por fuera, la estética está dominada por el estilo de diseño actual de toda la gama Audi, con rasgos muy definidos en el frontal y la cola, que sumado a su gran longitud y las enormes llantas le confieren un aspecto más estilizado que el de sus rivales (Mercedes Benz Clase B, BMW X5, y su primos Vokswagen Touareg y Porsche Cayenne).

  El nivel de equipamiento es de máximo lujo y confort (ver aparte), con una larguísima serie de opcionales agrupados en paquetes o sueltos que hacen que su precio tenga variaciones notables según el caso.

  Merece destacarse la completa dotación en seguridad (airbags y sistemas de ayuda a la conducción). También se distingue el sistema MMI (Multi Media Interface) que mediante un control en el túnel central y una pantalla en el tablero permite comandar las numerosas y complejas funciones que se pueden programar, un elemento ya visto en modelos como los A6 y A8.

Mecánica
La tracción es obviamente integral Quattro (ver página 10), con un reparto automático del par entre los dos ejes según las condiciones del piso mediante un diferencial central. En condiciones de óptima adherencia se envía el 40% del par al eje delantero y el 60% al trasero.

  Como opcional se ofrece la suspensión de altura variable que mejora sus cualidades de todocamino, con varios programas electrónicos y diversos automatismos.

  Así, el despeje del piso puede variar entre los 180 mm y los 205 mm, permitiendo mejorar la seguridad y el comportamiento dinámico en ruta a alta velocidad o en off road.

  Las motorizaciones son dos: un V6 turbodiesel, common rail de última generación que entrega 233 caballos de potencia y un descomunal par de 500 Nm planos entre 1.750 y 2.750 rpm. El otro es un naftero de inyección directa con tecnología FSI, V8 de 4,2 litros y 350 caballos, con una torque de 440 Nm. La transmisión, en ambos casos es automática, Tiptronic, de seis marchas, con mandos secuenciales al volante mediante paddle shifts.

  La performance del Q7 es notable, ya que el diesel llega a los 210 km/h y el naftero a los 244 km/h, con aceleración que le permite poner sus más de dos toneladas de peso a 100 km/h en 9,1 y 7,4 segundos respectivamente.

  Estructuralmente, el Q7 no responde al ideal del todoterreno ya que su carrocería es autoportante, y además carece de caja de transferencia de baja, pero eso no hace mella en su objetivo: ofrecer un vehículo con el máximo lujo y confort, capaz de desarrollar una altísima performance en ruta, amplia capacidad para pasajeros y equipaje, y la posibilidad de adentrarse en camino duros, más o menos los mismos ideales por los que transitan sus competidores.

  El precio de lista del Q7 es de 90.400 dólares para el TDI y 102.900 para el FSI, valores que se modificarán sustancialmente en caso de sumar opcionales como la suspensión adaptativa o la configuración de seis o siete asientos. Sin duda que el Q7 dará pelea en el segmento de los 4x4 premium, por su personalidad y estilo típicamente Audi y las siete plazas como elemento diferenciador.


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