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 sábado, 17 de junio de 2006  
Desayuno a puro gol
Los bares fueron tribunas privilegiadas para vivir el triunfo de la selección

El ritual de ver en acción a la selección comenzó al amanecer. Ayer todos intentaron cumplir con las obligaciones laborales poco antes de que den las diez, para luego asomarse a Alemania a través de la pantalla, sea grande, chica, de plasma o con varios mundiales encima.

  Como de costumbre los sitios preferidos fueron los bares, donde medialunas, alfajores, café con leche, gaseosas y hasta algunas cervezas sirvieron para amenizar la mañana.

  Del resto se encargó el equipo de José Pekerman, que ofreció un verdadero show con seis perlas de ensueño. El primer rugido fue de la mano del ex Newell’s Maxi Rodríguez, quien luego repitió. Y hubo una ovación de pie para felicitar la definición deliciosa del Cuchu Cambiasso. La historia venía bien y no hizo falta comerse las uñas para calmar la ansiedad.

  La euforia volvió a invadir a los hinchas con los goles de Crespo y Carlitos Tevez. Pero los rosarinos, al igual que el resto del país y el mundo entero, estaban esperando ver en acción al fantástico Lionel Messi. Y el niño mimado del Barcelona no sólo entró sino que hasta se dio el gusto de anotar un golazo. Messi agitó la red y la gente explotó de alegría. “Es un crack”, coincidieron todos mientras observaban una y otra vez la repetición del gol.

  El horario de los partidos (se juega a la mañana, al mediodía y la tarde) le sienta muy bien a los bares y restaurantes, que rápidos de reflejos diseñaron promociones especiales de desayuno, almuerzo y merienda. Los ámbitos gastronómicos se equiparon como nunca para esta ocasión y están forrados de pantallas de plasma, proyectores gigantes y sonido envolvente. Al Mundial lo juegan todos y los bares se convirtieron en microestadios donde la pasión se potencia. Que los festejos sigan hasta el nueve de julio, día de la final.


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Los rosarinos hicieron una pausa en la rutina laboral.

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