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 miércoles, 10 de mayo de 2006  
Rosario, a la vanguardia en materia de tratamientos oftalmológicos
La cirugía resuelve hoy casi todos los problemas oculares
Miopía, astigmatismo, hipermetropía, ctaaratas y retinopatías tienen solución

Florencia O'Keeffe / La Capital

Si Jorge Luis Borges hubiese nacido 50 años después, tal vez nunca hubiera ingresado en ese "lento crepúsculo" que tanto trastocó su vida. Es que en la última década los avances en oftalmología han sido tan vertiginosos que, incluso, es posible abrir una luz de esperanza para aquellas enfermedades degenerativas y de origen hereditario como la que sufría el genial escritor. En tanto, hoy es posible afirmar que la cirugía resuelve casi todos los problemas oculares. Cataratas, miopía, astigmatismo, hipermetropía, retinopatía y maculopatía pueden revertirse total o parcialmente gracias a un amplio abanico de intervenciones quirúrgicas que también existe en Rosario, ciudad que se ubica al mismo nivel de Capital Federal e incluso de las principales ciudades del mundo en materia de oftalmología.

La posibilidad de contar con estos tratamientos es clave si se tiene en cuenta que el porcentaje de personas que sufre de trastornos oculares, y por ende de dificultades en su vida cotidiana, es altísimo.

¿Cuál es el tipo de cirugía más frecuente? "En nuestro medio la más común solía ser la de cataratas, pero en la actualidad, la cirugía refractiva -que permite tratar la miopía, la hipermetropía y el astigmatisno- creció tanto en los últimos cinco años que se ubican al mismo nivel de demanda", señala el oftalmólogo Matko Vidosevich. Las intervenciones para resolver problemas refractivos llevan pocos minutos en el quirófano (entre 10 y 12), no requieren preparación especial y se realizan en forma ambulatoria. "El paciente entra con una dificultad y sale sin sus anteojos", agrega el especialista y recuerda que actualmente (si está indicado) se operan "los dos ojos en la misma intervención", cuando antes se sugería que se hiciese por separado.

Si bien este tipo de intervenciones parecen "mágicas" y las experiencias indican que el grado de éxito es alto, el especialista aclara que "siempre hay un mínimo riesgo porque se trata de una operación, con todo lo que ello implica".

Las anomalías refractivas son: miopía, astigmatismo, hipermetropía y presbicia, aunque para esta última, por el momento, hay escasas opciones quirúrgicas. ¿Todos los pacientes con alguna de estas patologías pueden pasar por el quirófano? "La cirugía refractiva se puede realizar a todos los pacientes diagnosticados mayores de 18 años. No hay indicaciones precisas respecto del grado de dificultad, aunque si una persona miope tiene - 0,50 o - 0,75 es improbable que se opere. Se trata de un límite ético, no mecánico", explica Vidosevich.

Los resultados de las cirugías refractivas son "altamente favorables" y la persona afectada no vuelve a tener dificultades mayores. "Pueden necesitar algún tipo de corrección, y tal vez en algunos casos muy puntuales aparezca nuevamente un grado mínimo de dificultad", explica el especialista.


El paso del tiempo
Entre los problemas de la vista que más se relacionan con el paso de los años se encuentran las cataratas, una enfermedad que se produce por la pérdida de transparencia del cristalino, especie de lente transparente que está detrás de la pupila y que al opacarse dificulta la visión. "La persona suele decir que ve borroso, como detrás de humo", ejemplifica Vidosevich. Las estadísticas indican que tres de cada cuatro personas mayores de 75 años tienen algún grado de dificultad visual por esta causa. Suele aparecer antes de esa edad en pacientes diabéticos o con glaucoma.

El tratamiento de las cataratas es fundamentalmente quirúrgico. "Antiguamente se esperaba que la persona no viera nada para operarla, pero ahora la cirugía se puede realizar antes porque existen menos riesgos cuando la catarata es menos dura, como solemos decir", afirma Vidosevich. La cirugía se efectúa con ultrasonido y consiste en la extracción de la parte del cristalino opacificada y se reemplaza por una lente artificial.

El oftalmólogo consultado por La Capital señala al respecto que se trata de una cirugía "que avanzó mucho en diversos aspectos" y entre otras especificaciones mencionó que ahora se utilizan gotas anestésicas (no se pincha ni el ojo ni ningún sector relacionado); la intervención dura unos 12 minutos, y las incisiones para extraer el cristalino son milimétricas.

También la tecnología ha jugado a favor del tamaño y las características de las lentes intraoculares. "Contamos con unas lentes plegables que permiten introducirse por pequeños cortes. Es una verdadera evolución", agrega Vidosevich.

Dado que la edad en la que comienzan los problemas de cataratas es la que corresponde al perfil del paciente de Pami y que la demanda de cirugías de este tipo es enorme, el gobierno nacional habilitó en el 2004 el Programa Nacional de Emergencia de Cirugías de Cataratas. "Este proceso se está cumpliendo con total transparencia y de una manera muy organizada; sólo en nuestro medio está previsto que se operen más de 2 mil personas", reconoció el oftalmólogo. El programa nacional alcanzará a más de 12 mil pacientes en esta primera etapa.


Problemas en la retina
Los problemas en la retina (sangrado o desprendimiento de la retina por diversas causas) pueden llevar a la ceguera, y de allí la importancia vital de los tratamientos. "El gran avance en este campo de la cirugía ha sido la vitrectomía, que es una cirugía que permite que el oftalmólogo se meta dentro del ojo gracias a una luz especial y a instrumentos que permiten maniobras antes impensadas", relata el médico. La vitrectomía viene a dar respuesta a casos muy complejos y ha sido un paso fundamental en el tratamiento de pacientes diabéticos, por ejemplo.

"En personas con desprendimientos retinales de muy difícil resolución, traumatismos, y algunas enfermedades de la mácula, hoy ofrecemos respuestas. Contamos además con gases y fluidos que nos facilitan el procedimiento", relata Vidosevich, quien aclara sin embargo, que se trata de la cirugía "más compleja" de todas.

Aunque en estos casos el tiempo de permanencia en el quirófano se extiende a un promedio de dos horas (contra los escasos minutos de las otras cirugías), el paciente tampoco requiere una preparación especial. Se opera con anestesia local y una vez terminado el procedimiento se va a su casa. "La recuperación en relación a las otras cirugías, es más lenta en el caso de la vitrectomía. La retina es un órgano muy especial y por lo tanto tiene otros tiempos de acomodamiento", refiere el médico.
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Sencillas operaciones permiten hoy la posibilidad de recuperar la visión.

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