Barridos cuando barrían. Trabajadores del célebre local de Sarmiento y Santa Fe pasaron la noche maniatados en el baño

Armados y de madrugada, robaron la recaudación y objetos del bar El Cairo

Al menos tres ladrones ingresaron cuando sólo quedaban empleados de limpieza. Los encerraron y con paciencia violentaron cajas donde se guardaba dinero para proveedores. También sustrajeron un TV con pantalla de plasma

Al menos tres sujetos armados irrumpieron la madrugada del lunes al bar El Cairo y asaltaron a los empleados de limpieza. Los delincuentes se llevaron una importante suma de dinero tras violentar una de las cajas de seguridad que hay en el lugar. Entre los objetos sustraídos se contabilizaron un televisor con pantalla de plasma de grandes dimensiones, un DVD, botellas de diferentes bebidas y teléfonos móviles de los empleados. Los trabajadores permanecieron maniatados en el baño del comercio durante cuatro horas. Los ladrones habrían ingresado por la puerta destinada al acceso de proveedores, la cual estaba cerrada con llave y no se encuentra violentada, lo que deja planteada la incógnita sobre cómo hicieron para concretar la intrusión.

Fuentes de la pesquisa dejaron saber que los visitantes utilizaron una llave. "Es claro, porque la puerta estaba bajo cerradura. La cuestión a develar es cómo la consiguieron", planteó anoche un oficial que actúa en la causa a este diario.

Los empleados del turno noche cerraban las puertas de ingreso al público del bar de Santa Fe y Sarmiento, refundado en noviembre del 2004, ayer a la 1.15. Mientras el sitio permanecía cerrado, una pareja de empleados de limpieza se disponía a asear el salón. Según relató Florencia -encargada del comercio y la persona que liberó a los trabajadores- "mientras la trabajadora de la limpieza estaba barriendo vio pasar una sombra, se asustó, se cayó y enseguida tenía a uno de los asaltantes encima". Inmediatamente el otro ladrón se encargó de reducir e inmovilizar al joven empleado amenazándolo con un arma de fuego. Los ladrones habrían ingresado con una llave melliza ya que la puerta, ubicada por Santa Fe, no estaba violentada.

Con la situación controlada llevaron a la pareja hasta el baño, sin ejercer violencia, cubriendo sus rostros con las prendas de vestir que encontraban a su paso. Además les ataron las manos con los cordones de las zapatillas.

Según relató la encargada "mientras estaban atados los empleados, por separado en el baño, pudieron escuchar que los maleantes abrían la puerta para que pasaran sus cómplices". También relató que los ladrones, según le contaron los trabajadores, "eran un hombre adulto y un chico jovencito" y que en ningún momento golpearon a los empleados. "El mayor de los asaltantes se quedó con la pareja y les hablaba. Sólo tienen lastimadas las muñecas porque los ataron muy fuerte", agregó. Además calificó a los ladrones como "muy profesionales" y afirmó que "no estaban alterados ni drogados: trabajaron tranquilos al menos hasta las 5.30 que llegaba el diariero".

A las 7, como todas las mañanas, la encargada arribó al bar y al ingresar escuchó los gritos de los trabajadores que se encontraban atados en el baño. Pero mientras se acercaba a los sanitarios observó un "tremendo desorden" entre las mesas y en especial en la barra.

Mario D'Agostino, un médico que es uno de los dueños del mítico bar abierto inicialmente en 1943, dijo que "el (televisor con pantalla de) plasma que nos robaron lo habíamos retirado de su lugar habitual porque estábamos realizando algunas reformas. La pantalla de TV se encontraba en la parte superior donde también accedieron los intrusos y además donde violentaron una de las dos cajas de seguridad que hay en el local".

A su vez, el dueño no pudo precisar la cifra de dinero que los ladrones encontraron en la caja de seguridad y en la caja registradora que rompieron, pero calificó como "muy importante" la cantidad de efectivo que había, ya que estaba la recaudación del fin de semana, dinero destinado al pago de proveedores y parte del salario de los empleados.

Además del televisor y el dinero, los ladrones se llevaron un reproductor de DVD, algunas botellas de bebidas y los celulares de los empleados de limpieza. Se presume que los esperaba un vehículo para cargar los objetos.

D'Agostino comentó que cuenta con un seguro contra robos y confía en recuperar algo de lo sustraído en este bar, parte del acervo turístico de la ciudad, donde se venden 15 kilos de café por día y circulan de 35 a 40 mil clientes mensuales. Datos difundidos cada tanto que probablemente nutrieron las expectativas de los visitantes.

Los ladrones entraron al bar cuando había cerrado sus puertas al público.