Joven japonés murió tras ser forzado a salir de su encierro

Un japonés de 26 años que fue retirado a la fuerza de su aislamiento voluntario por miembros de una organización de asistencia murió como consecuencia del trato recibido en la institución, informó ayer el diario japonés Asahi Shimbun.

El joven fue retirado de la vivienda familiar, en Tokio, donde se había aislado, por miembros de la entidad Ai Mental School, quienes lo llevaron esposado a su institución, en la ciudad de Nagoya, y lo retuvieron allí con malos tratos. Se trataba de un hikikomori, expresión acuñada para calificar a quienes se niegan a salir de sus habitaciones para asistir al trabajo o a la escuela porque creen que no pueden cumplir con su rol social.

Durante los más de 250 kilómetros de Tokio a la ciudad de Nagoya, en el oeste de Japón, el hombre, esposado de pies y manos, tuvo que permanecer con el rostro contra el suelo, según la información.

Una vez llegado a la institución, permaneció atado cuatro días a un pilar, antes de que finalmente lo llevaran a un hospital. El joven murió como consecuencia del shock traumático que sufrió, sostuvo el diario Asahi Shimbun.

Al parecer, los padres del joven, que llevaba tres años encerrado, habían solicitado la intervención de la organización Ai Mental School. Sin embargo, no sabían nada de las condiciones físicas a las que sería sometido.

Fundada en 1991, la organización Ai Mental School ofrece rehabilitación a hikikomori y delincuentes, para que puedan reintegrarse en la sociedad. Al momento de las detenciones, unas 70 personas, desde adolescentes a personas de 70 años, permanecían alojadas en la institución para recibir tratamientos. (DPA)