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 sábado, 22 de abril de 2006  
Desesperado pedido de una mujer para que la operen
Necesita una ligadura de trompas, pero con distintos argumentos su prepaga y la salud pública se la niegan

Una mujer de 46 años pide con desesperación que le realicen una ligadura de trompas, único método anticonceptivo que tolera, pero ni su prepaga ni el hospital público al que acudió le dieron respuesta: la primera, porque tal operación -asegura que le dijeron- no está en el nomenclador; el segundo, porque tiene cobertura privada.

Al respecto, la secretaria de Salud municipal, Mónica Fein, dijo que en los hospitales se prioriza la atención de los que no tienen ningún tipo de cobertura, aunque se toman en cuenta algunas excepciones. Y cuando La Capital le contó este caso, remarcó que "se podría llegar a evaluar".

Cristina Beltrami está afiliada a AMR Salud. Un accidente automovilístico le trajo, entre otros trastornos, serios problemas ginecológicos que le impiden utilizar métodos anticonceptivos alternativos. Pero su obra social no le reconoció la práctica porque "no está nomenclada". Y cuando se dirigió al hospital Roque Sáenz Peña para consultar sobre el tema, le dijeron que la operación se realiza a quienes no tienen otro tipo de cobertura médica. Hay una ley santafesina, reglamentada el año pasado, que establece la realización de esta práctica en forma gratuita en el ámbito público.

La mujer actualmente sufre de jaqueca y un desarreglo hormonal provocado por el accidente, ocurrido en 2003, y dice que no tolera otro método anticonceptivo que no sea la intervención quirúrgica.

Según contó la mujer, las pastillas le pueden producir embolia, en tanto que el DIU y el espiral le pueden generar una infección. Ante este diagnóstico las opciones que le quedan son las inyecciones y la ligadura de trompas.

Como las inyecciones le provocaron efectos colaterales indeseables, empezó su lucha por la intervención quirúrgica. Es que Beltrami, a sus 46 años, ya no quiere tener más hijos, y necesita mantener relaciones seguras con su pareja.

"Pido que quienes manejan la prepaga se pongan las manos en el corazón y me reconozcan la operación. Siempre hay excepciones a tomar en cuenta. Yo no puedo recurrir a otro método, ni tengo medios económicos para solventar la operación", dijo finalmente.
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