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 miércoles, 19 de abril de 2006  
Congreso de cardiología
Estudios prueban que la mujer es más propensa a sufrir infartos

Clarisa Ercolano / La Capital

Las mujeres deben hoy prestar especial atención a una serie de factores de riesgo, y a otros relacionados con la prevención, cuando de infartos se trata. Consumo de anticonceptivos orales, drogas para bajar de peso, tabaquismo y vida sedentaria inciden negativamente y aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular. En el marco del XXV Congreso Nacional de Cardiología que se realizará en Rosario a partir del 29 de abril, las doctoras María Rosa Siegel y Liliana Gastaldi presentarán las conclusiones de una investigación relacionada con la mayor vulnerabilidad de la mujer de sufrir un infarto.

Si bien los tratamientos post infartos son iguales en hombres y mujeres, se comprobó que la evolución era menos satisfactoria, que la percepción de los síntomas era distinta y que las causas de origen diferían en el sexo femenino. Hace algo más de tres años que la cardiología mundial repara en estos datos y por eso el Congreso de Cardiología que tendrá a Rosario como sede, brindará un seminario especial para hablar del tema, y en el que participará el doctor César Serra, pionero en cardiopatías femeninas en el país.

"Antiguamente se asimilaba dolor de pecho con enfermedad cardíaca y se creía que esto se presentaba igual en mujeres que en hombres", explica Siegel a La Capital. "Si bien la manifestación última puede ser la misma, la causa es distinta y está influenciada por las hormonas femeninas. Los estrógenos protegen el sistema arterial y esto diferencia al hombre de la mujer, por eso se habla tanto de pre y post menopausia", agrega. Si además de la pérdida de estrógenos durante la menopausia se suman factores tales como el tabaquismo y los niveles altos de colesterol, los riesgos aumentan. Según Siegel, "cuando la protección de estrógenos desaparece la mujer se equipara en riesgos con el hombre". Por todo esto, las médicas concluyen que la mujer tiene más riesgo que el hombre de sufrir una cardiopatía y los síntomas son más difíciles de detectar.


Señales de alerta
Dolor y agitación, falta de aire que no se presenta como consecuencia de haber realizado una actividad y dolor de pecho, son señales de alerta a tener en cuenta. "Frente a alguna de ellas no hay que esperar", advierte Gastaldi, que añade, "hay que alarmarse cuando los episodios de dolor tienen corta duración y no ante aquellos que son prolongados, porque pueden anunciar una lesión arterial".

Un párrafo aparte se merece la mujer que está menstruando, donde por lo general, se atribuye al cuadro menstrual el origen de las dolencias y se descarta la posibilidad de señales que anuncien infartos.

Exámenes clínicos que incluyan electrocardiogramas sumados a análisis de sangre y colesterol, son estudios indispensables para conocer si hay o no factores de riesgo, como por ejemplo diabetes o colesterol.

Un factor de riesgo importante en la enfermedad arterial y coronaria está ligado a la ingestión de anticonceptivos orales. "Es tanta la incidencia que a las mujeres que ingresan con cuadros cardiovasculares lo primero que se le pregunta es si está tomando pastillas o no, porque eso reduce la protección de los estrógenos naturales. Los estrógenos sintéticos dañan la coagulación y causan obstrucciones arteriales, que de por sí en las mujeres son más finitas y frágiles y se contraen o ensanchan con más facilidad".

Ambas profesionales aseguran que incluso los anticonceptivos de última generación están asociados a episodios de trombosis (coágulo dentro de las arterias) y mayor predisposición a accidentes cerebrovasculares, siendo, según las especialistas, los disparadores por excelencia. "Esto no está muy difundido", advierten y señalan que una persona joven que ingiere anticonceptivos y está excedida de peso debe tener la precaución de tomar anticoagulantes si va a realizar un viaje largo que demanda muchas horas sentada en la misma posición.

"Las fumadoras jóvenes y aquellas que consumen anticonceptivos son población de riesgo, que se agravan si sus hábitos de vida son sedentarios", indica Gastaldi. "En estos casos recomendamos controles anuales", subraya Siegel.

Obesidad con abdomen prominente, diabetes, presión alta y alteraciones de las grasas generan el llamado síndrome metabólico, otro factor de riesgo a la hora de dañar las arterias. Siegel advierte que todos los infartos son graves, porque lo que se daña es el músculo cardíaco. "Conforme sea la cantidad de músculo dañado se puede encarar la rehabilitación".

Muchas son las opciones que ofrece el mercado para alejarse de los factores de riesgo. Las médicas advierten que si bien hay medicación específica para mejorar la diabetes o la hipertensión, hay que ser cautelosos con la obesidad. "Eso va de la mano con la dieta y la reducción de la sal", incluso aconsejan bajar de peso antes de salir a hacer deporte.

Tampoco hay que olvidar que conviene evitar cualquier tipo de ingesta de drogas que inhiban el apetito. "La sibutramina, que reduce el apetito,genera hipertensión y arritmia, y ni hablar de aquellos preparados médicos donde el paciente ni sabe lo qué consume", subraya Siegel, que agrega a la lista de medicamentos predisponentes, a los indicados para mitigar las migrañas, de venta libre, que predisponen a espasmos coronarios sobre todo en la mujer joven.

En cuanto a la recomendación de realizar actividad física, preferentemente aeróbica y tres veces por semana, las profesionales aconsejan efectuar las actividades cotidianas caminando, para mitigar los riesgos del sedentarismo. "En cambio, caminar apurados con la urgencia de no llegar tarde termina generando estrés, adrenalina en sangre y eso favorece las lesiones coronarias".

El factor emocional, sobre todo en la depresión ligada a la menopausia, podría sumar en contra cuando hay hipertensión, diabetes y tabaquismo.

Una forma de prevenir los factores de riesgo es mediante el consumo de verduras y frutas, limitando la ingesta de carne a dos veces por semana y aumentando la de pescado de mar y río, que contiene ácidos grasos benévolos, y pollo (preferentemente de campo, porque no contiene hormonas).


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Las mujeres presentan más factores de peligro cardiovascular.

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