Efemérides

Un 19 de abril

Guillermo Zinni / La Capital

1993: Masacre de Waco: mueren Koresh y 83 "davidianos"
Cuando en 1990 Vernon Howell tomó el control del grupo religioso apocalíptico llamado Adventistas Davidianos del Séptimo Día -o simplemente "davidianos"-, cambió su nombre por el de David Koresh para evocar a los reyes bíblicos David y Ciro. Los davidianos, quienes creían que las profecías cristianas sobre el Juicio Final estaban por llegar de inmediato, se establecieron en un rancho de la localidad de Waco, en Texas, y tomaron a Koresh por la reencarnación de Cristo. A tono con sus ideas, los davidianos hicieron acopio de un nutrido arsenal que incluía, entre otras cosas, ametralladoras AK-47 y M-16, granadas de fragmentación, pistolas de alto calibre, silenciadores y cientos de miles de cartuchos. Mientras, el "reverendo" autoproclamó de manera autoritaria que debido a su investidura "divina" debía tener acceso a placeres que no podían tener los demás miembros: acostarse con las jóvenes adolescentes y disfrutar de buena comida. Por otro lado, un periódico de Texas investigó y publicó informes según los cuales Koresh -quien era abiertamente partidario de la poligamia en su propio caso y en el de algunos otros miembros selectos del grupo- había abusado de niños. El 28 de febrero de 1993 el departamento norteamericano de alcohol, tabaco y armas de fuego organizó una redada al rancho de los davidianos, la que tuvo como resultado la muerte de cuatro agentes y de cinco miembros de la secta. Con la atención mundial puesta en los sucesos de Waco, a esa primera redada siguieron 51 días de cerco, donde los agentes no se atrevían a actuar porque los davidianos, que habían fortificado la zona, amenazaban tanto con inmolarse como de abrirse paso a como diera lugar. El 19 de abril de 1993 los agentes se acercaron al rancho en vehículos camuflados como camiones de ganado y de alguna manera comenzaron los tiros. No existe un acuerdo sobre quién disparó primero o por qué, pero lo cierto es que el rancho de Waco fue consumido en un santiamén por las llamas, matando 83 personas entre hombres, mujeres y niños. Se especuló con que Koresh hubiera podido huir, pero análisis posteriores de un esqueleto totalmente calcinado, partido en varios pedazos y con un orificio de bala en la cabeza, demostraron que el hombre que se había creído Jesucristo tuvo al menos con éste algo en común: ambos murieron a los 33 años.

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