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 sábado, 01 de abril de 2006  
El mayor de los hermanos detenidos, acusado por el episodio mas cruento del francotirador.
Loco de la Escopeta, procesado por el crimen de una nena
El juez le atribuye el balazo que en abril de 2003 mató a Florencia Rubino en 27 de Febrero y Pueyrredón. Ve en ese caso muchas similitudes con el ataque en el viaducto Avellaneda, por el que lo apresaron hace once meses

Ariel Etcheverry / La Capital

El juez de instrucción Nº 10, Alfredo Ivaldi Artacho, dictó el procesamiento de Lino Bertuzzi como autor material del crimen de la joven Florencia Rubino, ocurrido en abril de 2003. En su resolución conocida ayer, el magistrado encontró puntos de conexión entre el caso más grave atribuido al Loco de la escopeta y el ataque contra otro ómnibus de pasajeros de mayo del año pasado. Por ese último hecho las conductas de Bertuzzi y su hermano menor, Pepo, están siendo evaluadas en los Tribunales Provinciales de Rosario, acusados de tentativa de homicidio. Para el magistrado en esos dos hechos se verificaron, entre otros indicios, idénticos modus operandi, la utilización de la misma clase de arma y municiones y similares trayectorias de tiro.

Apenas se conoció el fallo, la defensa del imputado apeló ante la Cámara Penal en total desacuerdo con la resolución. Ivaldi Artacho le agregó a la figura de homicidio, que según el Código Penal prevé un castigo de 8 a 25 años de prisión, el agravante por el uso de arma de fuego. Esto quiere decir que, en caso de quedar firme esa acusación, las penas de cárcel se incrementan en un tercio en los mínimos y en los máximos.

"Identidad en el objetivo criminal y en múltiples condiciones generales de producción de ambos hechos", escribió el juez al momento de fundamentar su resolución acusatoria. "Ataques armados contra una unidad de transporte local, con pasajeros en su interior, a plena luz del día; hechos perpetrados en vías de circulación automotriz rápidas y de doble mano (viaducto Avellaneda y bulevar 27 de Febrero)".

"Empleo en ambos hechos de cartuchos para escopeta 12.70. Secuestros en los dos escenarios de componentes de municiones utilizados para la elaboración de cartuchos de idéntica marca. Hallazgos en el domicilio de Bertuzzi de ambos modelos de municiones. Probable empleo en los dos casos de una escopeta calibre 12.70. Secuestro en la casa del imputado de un arma de esas características", fueron algunos de los argumentos esgrimidos por Ivaldi.

Florencia Rubino, de 12 años, murió el sábado 19 de abril de 2003. La chica viajaba sentada en la primera butaca detrás del chofer, en el interno 16 de la línea 131. Ese día regresaba a su casa luego de reunirse en una heladería de Dorrego y 27 de Febrero con unas compañeras de la escuela.

Eran las 12.30 de un día soleado, en plena Semana Santa. El colectivo circulaba por 27 de Febrero en dirección este-oeste. Cuando se aproximaba al cruce con calle Rodríguez, prácticamente frente al Club Provincial, se produjo un atentado que desde el primer momento se atribuyó al Loco de la escopeta, protagonista de una saga imparable de ataques que primero tuvieron como blanco frente de comercios y luego vehículos de transporte público.

El vidrio de la ventanilla donde iba sentada la chica se hizo añicos y Rubino recibió cuatro postas de plomo en la cabeza, que le provocaron múltiples heridas en el cráneo. Alrededor de las 16, la menor falleció en el hospital Clemente Alvarez. Fue el episodio más grave de la saga del Loco de la Escopeta, delincuente serial al cual la policía no pudo poner el cascabel en más de diez años de esporádicas apariciones.

Lino Bertuzzi, un fletero de 53 años, cayó preso junto a su hermano Alberto, apodado Pepo, por otro episodio idéntico en metodología al de Florencia Rubino, pero ocurrido casi dos años después y con un saldo mucho menos trágico. Sucedió a las 16.45 del lunes 23 de mayo de 2005 y el objetivo fue un ómnibus de la línea 107 que circulaba por el viaducto Avellaneda. En aquel momento, como en el caso de Florencia, otra perdigonada disparada por una escopeta calibre 12.70 impactó en el flanco izquierdo de la unidad, destrozó una ventanilla, pero afortunadamente sólo una pasajera sufrió heridas leves.

Por entonces, el chofer del ómnibus declaró haber visto, en el momento en que se escuchaba la explosión, un camión Mercedes Benz 608 color rojo con vivos blanco. Los Bertuzzi fueron arrestados ese mismo día, cinco horas después del atentado. La policía los tenía sindicados como sospechosos a partir del testimonio de un testigo de un caso anterior que declaró haber visto un vehículo de esas mismas características. El seguimiento, en busca de un utilitario de ese tipo, dio sus frutos cuando se detectó la vivienda de los hermanos.

La casualidad del destino quiso que el juez instructor de los dos episodios fuera Ivaldi Artacho, a quien le tocó de estar de turno en esas fechas. El magistrado, actuando en el tema del atentado de mayo pasado, libró entonces orden de allanamiento a la vivienda de los hermanos. Allí se secuestró, además de un camión de las mismas características que el descripto por testigos, una escopeta 12.70 con su cañón y culata recortados, un pistolón calibre 14, una escopeta calibre 12 y un revólver 32. Además se incautaron gran cantidad de municiones.

A los pocos meses, Ivaldi los procesó por el atentado al colectivo y los acusó de tentativa de homicidio. Ese fallo fue apelado por la defensa de los Bertuzzi, pero la Cámara lo ratificó y hoy Lino y Pepo están presos. A mediados de diciembre, el juez estableció la existencia de indicios de la probable participación de Lino en el crimen de Rubino.

En el fallo conocido ayer, Ivaldi planteó que el cotejo de los datos "probatorios y fácticos" que emergen de los dos hechos "hablan de una probable paternidad criminal idéntica sobre ambos episodios". En los considerandos de su resolución, el juez entendió que tanto en el crimen de Rubino como el ataque al interno de la 107 "existe una identidad en múltiples circunstancias singulares de la mecánica de los ataques armados".
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El colectivo donde mataron a Florencia. Una escopeta y municiones como las usadas contra ella fueron halladas en lo de los Bertuzzi.

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