Ajusticimientos y más violencia narco en Río

Río de Janeiro. - Los cuerpos de cuatro presuntos autores del incendio de un ómnibus que dejó cinco personas carbonizadas en Río de Janeiro, en un caso atribuido a narcotraficantes, aparecieron acribillados a balazos dentro de un automóvil, dijo ayer la policía. "Ahí los cuatro que quemaron el ómnibus. No aceptamos actos de terrorismo", dijo un cartel encontrado junto a los cuerpos, que mostraban marcas de disparos de fusil y escopeta, además de otras señales de violencia.

El autobús fue incendiado en el barrio Penha, en el norte de la ciudad, por un grupo de hombres vinculados al narcotráfico. Además de los cinco muertos, que incluyeron a una niña pequeña y su madre, otras 11 personas resultaron con quemaduras graves. Las autoridades no descartaron que el atentado fuera una demostración violenta de alguna banda de narcotraficantes de las vecinas favela Quitungo y Morro da Fé, por la muerte de uno de sus miembros en un tiroteo previo con la policía.

La policía ubicó los cuerpos acribillados de algunos de los presuntos responsables del ataque, que conmovió a la ciudad, donde los narcotraficantes han incendiado antes colectivos, pero permitiendo primero descender a los pasajeros. "Nosotros estamos investigando para ver si hay una real conexión entre las víctimas y el episodio, pero al lado de los cuerpos fueron encontrados carteles que están siendo analizados", dijo el portavoz policial Aristeu Leonardo.

Además del cartel que acusó directamente a las víctimas por el ataque al autobús, la policía halló otro indicando que todavía faltaba localizar a otro responsable.


Acto cobarde
Los propios narcotraficantes habrían informado a la policía el lugar donde se encontraban los ejecutados, según fuentes cercanas a las investigaciones. El secretario de Seguridad Pública del Estado de Río de Janeiro, Marcelo Itagiba, ordenó la ocupación por la policía de las favelas Quitungo y Morro da Fé, para intentar localizar a los autores del ataque contra el ómnibus.

Itagiba dijo que el área de inteligencia de la policía había identificado a cinco narcotraficantes del Morro da Fé como quienes ordenaron y participaron en el atentado, cifra que coincide con la indicada en uno de los carteles hallados junto a los cuerpos de los cuatro hombres acribillados. "Todos los involucrados en esa atrocidad serán castigados ejemplarmente", dijo Itagiba a la prensa, calificando el incendio del autobús como "un acto cobarde de facinerosos que cometieron un crimen horrible contra una población civil inocente".

Itagiba sobrevoló ayer en un helicóptero las favelas de la región del incidente, para supervisar las acciones de la policía.

Bandas de narcotraficantes dominan muchas de las más de 600 favelas de Río de Janeiro, obligando a la policía a realizar verdaderas operaciones militares para ingresar. El año pasado, según datos oficiales, fueron abatidos 983 sospechosos en el Estado de Río de Janeiro, donde también murieron 52 agentes en actos de servicio.