Pimpinela presenta mañana su disco "¿Dónde están los hombres?"

"No hay que pasarse de moderno porque se corre el riesgo de quedar ridículo"

Los hermanos Lucía y Joaquín Galán intentaron actualizarse sin perder el estilo que les dio fama

Rodolfo Montes / La Capital

Un ascensor antiguo con cabina de hierro forjado sube lento y conduce a la oficina del dúo Pimpinela en un edificio del centro porteño. El petit hotel tiene tres plantas en las cuales se concentra la actividad artística y empresaria de los exitosos hermanos que mañana, a las 21 y a las 23.30, presentan en el teatro El Círculo su nuevo álbum, "¿Dónde están los hombres?", un registro para el cual renovaron una estética que siempre les rindió frutos.

-"¿Dónde están los hombres?" tiene una clave de humor bastante señalada, ¿lo buscaron así?

Lucía: Si encarábamos "¿Dónde están los hombres?" desde un lugar dramático, hubiera resultado dramático... Entonces fuimos por el lado de la comedia y el humor. De las charlas con amigos fuimos descubriendo que hay tres tipos de hombres: los divorciados que están buscando alguien para que les cuide a los hijos, el solitario que está con la madre atrás, y el perfecto, simpático, inteligente y... gay. Es como la búsqueda de lo imposible. Hacemos una caricatura de la pareja y la mostramos en un sentido humorístico.

-Hay un viraje hacia un sonido más pop.

Joaquín: El sonido pop nos gusta como envoltorio de nuestra música; sin resignar nuestra esencia, sumamos arreglos musicales muy elaborados, con la temática y la musicalidad de hoy. Nos alejamos de la balada española que nos caracterizó. Nos gusta la idea de sorprender. Que sea inesperado. Yo les pedí a mis arregladores que cuando empezase el tema quería que la gente se preparase para escuchar a Britney Spears o Tiziano Ferro, y que apareciese Pimpinela. Queremos adaptarnos a los tiempos.

-¿Apuntan a las nuevas generaciones?

Joaquín: Creo que si no adaptamos nuestro sonido, en un par de años podemos quedar "old fashion". El público se acomodó a nuevos sonidos. Al mismo tiempo sigo escuchando a algunos cantantes melódicos que suenan prehistóricos (declina mencionarlos).

Lucía: Hay que encontrar el punto medio justo. Y no pasarse de moderno, porque podés quedar ridículo. Y esto tiene que ver con la música, pero también con la estética, la ropa, el estilo. Si al público le gustaron determinadas cosas de uno, no se lo podés cambiar completamente porque se puede sentir defraudado. La idea es modernizarse y crecer sin traicionar las esencias.

-¿Van a trabajar en la pantalla chica?

Lucía: No queremos hacer un programa de televisión cualquiera. Necesitamos un formato que sea exclusivo para nosotros. La idea no es ir a la tele para hacer lo mismo que podría hacer otro conductor ya consagrado. Estamos preparando algo con Rodolfo Ledo (dirigió a Lucía Galán en "Papá se volvió loco", con Guillermo Francella); es una idea original, pero requiere de muchos arreglos para concretarse. Tampoco hicimos cine los dos juntos, y no porque nos falten propuestas. Ocurrió que los guiones que nos mandaron no nos gustaron. Y no quisimos aceptar cualquier cosa, por el sólo hecho de rodar una película.

-¿Hoy es más complicada la televisión?

Lucía: La televisión está en un momento difícil, es una especie de compactadora. Una lucha de unos contra otros, con el producto desvalorizado. Gracias a Dios no estamos hoy en el medio, por suerte no tenemos necesidad. "No hay necesidad", como decían nuestras abuelas. Somos cantantes y no actores ni conductores de televisión.

"Hacemos una caricatura de la pareja con lo cómico del drama".