Unas 60 personas sufrieron cuadros con vómitos

Indigestión colectiva en comedor comunitario: hay 33 internados

El local funciona en Villa Pororó. La gente había almorzado hamburguesas con puré

Unas 60 personas, en su mayoría niños, debieron ser atendidas y al menos 33 fueron hospitalizadas con cuadros de indigestión alimentaria contraída en el comedor comunitario Los Pibes, ubicado en el corazón de Villa Pororó, de Gutenberg y Viamonte. Entre los hospitalizados figuró la encargada del mismo comedor, Rita Escalante.

Si bien el cuadro se habría originado al mediodía, después de que los asistentes al comedor ingirieran hamburguesas con puré, el hecho se conoció entrada la noche, cuando se pidió la intervención de las ambulancias y de la policía. Es que las personas que habían asistido comenzaron con cuadros de diarrea, vómitos y deshidratación en el caso de los más pequeños.

La Capital estuvo anoche en el lugar, donde se amontaron vecinos, ambulancias, móviles policiales y de la GUM, en un operativo sanitario que revolucionó a la villa.

El comedor Los Pibes funciona desde hace cuatro años en el asentamiento, y a él se ingresa por un estrecho pasillo que da a otro no más ancho. Si bien las condiciones generales son de extrema precariedad, el comedor, al que asisten entre 60 y 100 personas según distintos testimonios recogidos, ayer mostraba en sí cierto cuidado por la higiene.

Esto no impidió, no obstante, que se generara un cuadro de indigestión masiva que obligara a intervenir a cinco ambulancias del Sies y una pediátrica, además de cuatro móviles de la Guardia Urbana y dos móviles de la comisaría 13ª con refuerzos de la Agrupación Cuerpos.

Como consecuencia de la descompostura, al menos al cierre de esta edición habían sido llevadas tres personas al hospital Provincial, cuatro al Eva Perón, diez al Alberdi, cuatro al Centenario, ocho al de Niños Zona Norte y cuatro al Vilela. Sin embargo, las ambulancias seguían atendiendo gente.

Allí se encontraba Romina, de 12 años, quien había sufrido un cuadro de vómitos y estaba en observación en compañía de su mamá. Cerca, Hugo Valenzuela, de 26 años, esperaba ser atendido con síntomas similares, que se le habían manifestado a las 18. En cambio Juan (17 años) aseguró que había almorzado en el comedor pero que no le pasó nada. Alberto Valenzuela, padre de Hugo, estaba desesperado porque además de tener a su hijo descompuesto, habían tenido que hospitalizar a su padre, de 85 años.

Según explicó a La Capital la médica Leandra González, del Sies, las personas, en su mayoría chicos de entre 7 y 13 años, presentaban un cuadro de indigestión, con diarrea y vómitos presumiblemente por la comida que habían ingerido en el comedor. "Todavía no podemos hablar de intoxicación", aclaró la profesional, y comentó que, por lo que se sabía hasta el momento, ningún cuadro había sido de extrema gravedad.

Un comerciante de la zona (Soda Cantoni) proveyó de 400 sachés de agua mineral para poder hidratar a los atendidos.

Pasadas las 22 se hizo presente la secretaria de Salud del municipio, Mónica Fein, para interiorizarse del caso, y adelantó que el Instituto del Alimento estudiaría las muestras acercadas por los propios vecinos.

Fein y otras autoridades hablaron dentro del comedor con Darío Faustino Mendoza, quien se identificó como el esposo de Escalante, y le dijo después a este diario: "No sabemos qué pasó. Los alimentos que nosotros damos son del día, vienen los proveedores y nos dejan las cosas, nosotros cocinamos". Cerca de él, Nicolás (23 años), un vecino de Los Pibes, aseguró que el lugar recibe "todo el tiempo" inspecciones.

Según contaron Mendoza y otros habitantes, el centro es asistido por la provincia y por el municipio.

Las ambulancias atendieron a muchos de los descompuestos.