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 domingo, 04 de septiembre de 2005  
Día de la Industria. El economista cuestionó el actual modelo
Schorr: "Si Lavagna es la heterodoxia, entonces estamos complicados"
Para el autor de "Industria y Nación", el crecimiento del sector fabril no impacta en la distribución del ingreso

Alvaro Torriglia / La Capital

"Si el proyecto de la heterodoxia no logra resolver con estas tasas de crecimiento que el 40% de la población esté bajo la línea de la pobreza, qué queda para el resto". Martín Schorr, especialista en política industrial, investigador de Flacso y el Conicet, estuvo en Rosario participando de la celebración del Día de la Industria que organizó la Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme). En ese marco se mostró preocupado que la discusión sobre el desarrollo industrial en Argentina se limite al tipo de cambio, "donde los malos son los bancos y las privatizadas, y los buenos la UIA, la oligarquía agroexportadora y el gobierno". Desde su punto de vista, la discusión sobre un desarrollo productivo viable no puede esquivar la distribución del ingreso.

Integrante del Plan Fénix, Schorr es autor de libros como "Modelo nacional-industrial" y el más recientemente editado "Industria y Nación". Estudioso también de las privatizaciones y del proceso de renegociación luego de la crisis de 2002, publicó junto a Daniel Aspiazu el libro "Crónica de una sumisión anunciada", sobre la relación entre el gobierno de Duhalde y las empresas de servicios públicos.

-¿La recuperación de la industria se nota en la distribución del ingreso?

-Primero hay que aclarar que existen dudas sobre la viabilidad de este crecimiento a mediano y largo plazo. Era esperable que después de un pozo como el que caímos, y de una devaluación con las características como las que tuvimos se generara un contexto bastante favorable para la industria. Eso no es un dato menor. Pero la discusión de fondo es si con eso alcanza. Dentro del gobierno se está bajando la idea, en términos conceptuales y de diseño de política, que teniendo un tipo de cambio alto, con la macroeconomía funcionando bien, más algunas medidas puntuales, se puede desandar los últimos 30 años de desindustrialización. El propio kirchner levanta el discurso de la reindustrialización. Y la verdad es que si no se empieza a discutir un programa serio de desarrollo industrial del país, esta es una recuperación que en el mediano plazo encuentra bastantes cuellos de botella. Es cierto que la industria está creciendo pero no es menos cierto que se está asentando en una estructura industrial muy poco industrial, muy pobre. Más allá de algunos sectores que se recuperaron, el grueso está ligado al procesamiento de recursos naturales. Allí hay un cuello de botella importante ligado al tema de empleo y distribución del ingreso.

-El gobierno habla de un cambio en el modelo económico. ¿Los beneficiarios de la devaluación son nuevos o los mismos de la convertibilidad?

-Lo que hay que decir es que en términos de ganadores y perdedores, el esquema parece ser bastante parecido al anterior. Porque lo que hubo de la mano de la devaluación y del crecimiento industrial es una fenomenal transferencia de ingresos de los trabajadores hacia los empresarios. Este es el rasgo típico de la industria argentina posdictadura militar del 76. Cuando uno analiza en términos de fracciones sociales ganadoras y perdedoras, ve bastantes líneas de continuidad y no de ruptura. La devaluación, por definición, genera oportunidades para las pymes, pero no menos ciertas son otras cosas. Una es el cuadro distributivo, que pone un límite a la posibilidad de las pymes de incrementar fuertemente su proceso de acumulación . La segunda tiene que ver con las restricciones crediticias, que siguen siendo tan importantes como en la convertibilidad. La tercera es que buena parte de las medidas que se han aplicado sobre el sector industrial han tendido a favorecer a los grandes grupos. O sea, a los mismos que en los últimos 30 años habían sido los ganadores del proceso. Si vos decís que la industria crece y antes no crecía, es cierto. Pero cuando hilás un poco más fino y empezás a ver hacia dónde se van dirigiendo las transferencias de ingreso, que es lo que define un modelo económico, allí lamentablemente se ven muchas más lineas de continuidad con los 90.

-Señalabas que el crecimiento de la industria se basa en los sectores de procesamiento de recursos naturales. ¿Hay una vinculación entre los grupos más concentrados de los distintos sectores económicos?

-En términos de lo que puede ser una clase social son los mismos. La oligarquía tradicional de nuestro país históricamente ha tenido una pata en la industria. Cuando hablás de agroindustria hablás de los mismos actores. Es un dato importante porque el tipo de cambio alto no te redefine el perfil industrial, ni quién gana y quién pierde en términos de actores sociales. Por eso es tan importante la discusión sobre política de desarrollo industrial y sobre distribución del ingreso. Porque estás discutiendo en última instancia cuáles son las bases sociales que acompañan a los distintos proyectos. Cuando la Unión Industrial Argentina (UIA) sale a hablar en representación del conjunto del empresariado industrial, hay que dar la discusión de qué es la UIA. Es una entidad que está mucho más próxima a la oligarquía agroexportadora que a las pymes. Digo esto en función de ver con quién están estableciendo relaciones políticas los distintos actores sociales. Me parece muy emblemático que la UIA esté concentrando el centro de la discusión y muchos sectores del campo popular están yendo al pie de esa entidad en muchas de las discusiones. En los hechos, la UIA tiene muy poco de nacional y popular. Fueron los primeros que salieron a decir basta a las políticas salariales del gobierno, con el argumento de que hay que dejar que defina el mercado y en función de la productividad. Lo que están diciendo es: cristalicemos la distribución del ingreso como está. La pregunta por el tipo de política industrial, si hay que distribuir o no el ingreso, tiene que ver con la viabilidad del sector industrial pero también con la discusión del poder en Argentina. No sólo tenés en este entidad a sectores extranjeros sino a que muchos empresarios nacionales que forman parte de este sector social tienen su proceso de acumulación profundamente extranjerizado. Con lo cual, cada vez están menos arraigados localmente. Si a eso le sumás que están trasnacionalizados en sectores de bajo dinamismo y poca generación de empleo, ir al pie de esos sectores es equivocado en términos políticos.

-El esquema de crecimiento actual, ¿puede sostenerse con dólar alto, a pesar de la mala distribución del ingreso, o necesariamente termina en una crisis?

-El tema e que no cierra social y políticamente. La discusión hoy es entre los que quieren sostener el dólar y los que piden la apreciación. Y el propio Lavagna marcó la cancha brillantemente, diciendo: la heterodoxia es el dólar alto. El problema, entonces, es claramente político-ideológico. Si el proyecto de la heterodoxia contempla que más del 40% de la población sea pobre, y en un proceso de fuerte crecimiento no lograste resolver esto, estamos bastante complicados. Si esto es la heterodoxia, qué te queda. El planteo está entre "ellos o nosotros", donde los malos son el sector financiero, las privatizadas y el dólar barato, y los buenos son la UIA, la oligarquía tradicional y el gobierno. Es un escenario complicado pero es positivo en el sentido de que es el momento para dar la discusión porque la economía está creciendo. Cuando la economía no crezca, ahí ya viene el ajuste.

-¿Esto quiere decir que para las pymes da lo mismo el dólar alto que bajo?

-Mi visión es que las pymes están mucho más próximas a los trabajadores que a las grandes empresa. Objetivamente el tipo de cambio alto genera una protección pero es tal el debilitamiento del tejido pyme luego de 30 años de neoliberalismo, que se ve claramente en sectores com el textil, algunos rubros de la metalmecánica o en sectores "sensibles", como el calzado o los juguetes. La debilidad allí es ostensible. Con un dólar a tres pesos los siguen barriendo productos de Brasil y China. Hay que discutir si con el tipo de cambio alto alcanza. El grueso de la producción pyme se concentra en el mercado interno. Ahí estás viendo que su suerte va de la mano de la redistribución del ingreso. Sus aliados son los trabajadores.

A.T.
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El economista Martín Schorr participó del acto organizado por Apyme en Rosario.


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