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 miércoles, 03 de agosto de 2005  
Larrea al 2100
Reducen a una mujer y le roban $5 mil
Dos ladrones se abalanzaron sobre la víctima cuando salía a la calle. La ataron y amordazaron

María Criniti nunca imaginó que la tarea rutinaria de sacar su gato a la calle le provocaría una situación tan adversa como cruenta: dos hombres que esperaban agazapados en el jardín de su casa del barrio Azcuénaga Sur la atacaron. Sin que la mujer pudiera resistirse, los intrusos la obligaron a reingresar a la vivienda, la maniataron y amordazaron. Entonces, no lo quedó más que resignarse a contemplar cómo los bribones se llevaban los únicos ahorros que había podido acumular: unos 5 mil pesos.

María tiene 71 años y vive sola en su casa de Larrea 2118 desde que falleció su esposo. Llegó al barrio de habitantes de clase media hace 55 años. Y su único sustento es una pensión de 280 pesos. El frente de la propiedad está cubierto por un enrejado. Detrás de él asoma un jardín con plantas de aloe y calas. En el centro hay un pequeño pasillo que lleva a la puerta de ingreso a la vivienda.

Pero, al parecer, las medidas de protección que la mujer adoptó no le impidieron a dos hombres de unos 30 años atravesar ayer a la mañana las rejas y esconderse en el jardín. "Estuvieron esperando que (María) saliera sentados en el jardín", explicó la tardecita de ayer el hermano de la anciana asaltada.

Cerca de las 9, María cumplió con el ritual de todos los días. Sacó su gato a la vereda, pero apenas pudo atravesar la puerta. Los dos intrusos se abalanzaron sobre ella sin exhibir armas y sólo debieron aprisionarla para empujarla hacia el interior de la casa. Después, los bribones la arrojaron al suelo, le ataron las manos y los pies, y le cubrieron la boca con un trapo.

Sin obstáculos a la vista, los intrusos comenzaron a recorrer la vivienda en búsqueda de elementos de valor. Al cabo de un rato, los maleantes hallaron lo que buscaban: unos 5 mil pesos que María guardaba en el dormitorio. Con el botín en su poder, los ladrones atravesaron la puerta y desaparecieron.

Ayer, cuando La Capital llegó a la casa de María, la mujer descansaba para reponerse del mal momento. Su hermano, que prefirió mantener su identidad en reserva, estaba junto a ella. El hombre se mostró indignado por la sucesión de atracos que se registran en ese sector del barrio Azcuénaga Sur. "Acá les robaron a todos los vecinos, pero el gobierno no hace nada", se quejó el familiar de María, que también vive en la barriada.
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