Absuelven a un policía que mató a otro durante el robo a un súper

Para el juez, actuó en defensa propia por creer que la víctima era uno de los ladrones. Fue en 1999, en Perón y Alsina

María Laura Cicerchia / La Capital

Aunque está claro que el sargento Aníbal Jaime fue quien disparó a la cabeza del cabo Alberto La Rocca, en medio del tiroteo que se desató tras el asalto a un supermercado en diciembre de 1999, el policía no recibirá sanción penal por ese balazo: un juez lo absolvió al considerar que confundió al policía con uno de los ladrones. Y que por lo tanto, pese al error, actuó en legítima defensa.

Más de cinco años después de que se produjera aquel asalto al supermercado Dar de Presidente Perón y Alsina, el juez correccional Edgardo Bistoletti decidió absolver al policía que estaba imputado de efectuar el balazo mortal a su colega, a quien no conocía. El cabo La Rocca, la víctima, tenía 31 años, era policía desde 1996 y trabajaba en la Tropa de Operaciones Especiales, el grupo de elite de la fuerza santafesina. El sargento Jaime revistaba en aquel entonces en la subcomisaría 6ª de Soldini.

Tras el asalto fueron detenidos en el lugar dos hombres: Miguel Angel Díaz, de 22 años, y Hugo Andrés Antonio, de 24. Díaz cumple una condena a diez años de prisión por ese atraco seguido de muerte. Antonio no llegó a ser condenado: murió dentro de la cárcel, en enero de 2001, quemado en su calabozo de la Unidad III.

Así, aunque el encuadre jurídico sea pertinente, la resolución del caso no deja de arrojar una paradoja: los asaltantes, que no balearon a La Rocca, cargaron con esa muerte. Uno de ellos fue condenado por el robo y el posterior fallecimiento del policía. En cambio Jaime, que según quedó demostrado disparó deliberadamente a la cabeza de la víctima, quedó exento de culpa.

Esto se explica por las figuras penales aplicadas al caso. El ladrón fue condenado años atrás al considerarse que quien participa de un asalto debe hacerse cargo de las consecuencias. Y en cuanto a Jaime, el juez Bistoletti entendió que el policía quiso defender su vida de una agresión ilegítima, pero que en esa reacción cometió un error: confundió al hombre de la TOE con uno de los asaltantes. Según el juez, incurrió en una legítima defensa "putativa", lo que se produce cuando una persona se defiende de un peligro imaginario.

Con la absolución dictada a Jaime -que aún no está firme porque fue apelada por la fiscal María Eugenia Iribarren- se cierra el último capítulo judicial por el asalto ocurrido el 22 de diciembre de 1999 en el supermercado Dar, que había abierto sólo 20 días antes.

La Rocca hacía las compras navideñas con su esposa, vestido de civil, cuando a las 19.30 tres asaltantes irrumpieron en el local. Dos de ellos entraron armados, al grito de "esto es un asalto", y obligaron a empleados y clientes a arrojarse al suelo. Entre el público estaba el sargento Jaime, que según la policía hacía compras pero según otros testimonios custodiaba el lugar.

Jaime fue golpeado de un culatazo en la cabeza por uno de los maleantes. Cuando los ladrones salían a la calle se identificó como policía y se inició un tiroteo. El cabo La Rocca se encontraba en ese momento en la vereda. Al escuchar los disparos giró la cabeza y recibió un disparo en la sien derecha. Uno de los maleantes, Díaz, también fue herido por Jaime cuando escapaba y fue detenido junto a su cómplice a los 50 metros. En la vereda quedaron ocho vainas servidas y las motos de los ladrones.

Aunque en principio se adjudicó a los maleantes el disparo mortal que recibió La Rocca, la autopsia determinó que fue herido por una bala 11.25. Ese proyectil, se determinó luego, corresponde al arma que portaba Jaime. El disparo fue directo y no de rebote. Por eso, para el juez, Jaime confundió a La Rocca con un ladrón al dispararle.

El sargento Jaime (izquierda) disparó a La Rocca sin advertir que también era policía.