Polémica. El obispo Antonio Baseotto dijo que el Pontífice lo alentó para que siga "luchando en defensa de la vida"

El gobierno transmitió al Papa su deseo de fortalecer las relaciones

El embajador Custer recibió de Benedicto XVI "un saludo cordial para todo el pueblo argentino"

El gobierno argentino le trasmitió ayer al Papa Benedicto XVI la "firme voluntad de fortalecer las relaciones" entre el Vaticano y la Argentina, tras la polémica generada por la continuidad de monseñor Antonio Baseotto como obispo castrense. Así lo trasmitió el Pontífice al embajador argentino ante la Santa Sede, Carlos Custer, tras la reunión que mantuvo ayer con los representantes del cuerpo diplomático acreditados en el Vaticano.

Por otra parte, trascendió ayer que Baseotto participó anteayer en el Vaticano de la audiencia pública que brinda el Sumo Pontífice todos los miércoles, después de la cual el obispo castrense, al que le fue retirado el aval del gobierno argentino, participó del tradicional "besamano".

Fuentes cercanas a Baseotto precisaron que el Papa lo "alentó en su tarea pastoral y le pidió que siga trabajando en la defensa de la vida", lo que fue entendido por las autoridades eclesiásticas como un aval en el marco del entredicho que mantuvo con el gobierno argentino, que le retiró el apoyo a su designación como vicario castrense.

Durante el breve encuentro, Baseotto le obsequió al Papa el libro "Jardín Cerrado: la Virgen en la Escritura y los Santos Padres" de Carlos Biestro.

No obstante, fuentes de la Cancillería minimizaron el encuentro, al señalar que tras las audiencias de los miércoles el Santo Padre saluda a todos los obispos presentes en la plaza de San Pedro, y consideraron que no tiene ninguna implicancia particular en medio de la polémica.

Las fuentes recordaron que el gobierno sigue apostando a la vía diplomática para superar el conflicto y, en ese sentido, sostuvo que "no hay novedades".

Según el tratado firmado entre ambos estados en 1957, el Vaticano debe elevar a consideración del presidente argentino el nombre de un nuevo obispo, o en todo caso una terna, para que se le conceda el acuerdo.


Una carta polémica
El entredicho se originó en una carta que el vicario castrense -ahora no reconocido por el gobierno- le envió al ministro de Salud, Ginés González García, por su postura sobre la despenalización del aborto y el reparto de preservativos, en la que citaba un pasaje bíblico que hablaba de "colgarle una piedra al cuello y arrojar al mar" a aquellos que escandalicen con sus dichos.

La relación con Roma alcanzó entonces su máxima tensión y Kirchner retiró a mediados de marzo a Baseotto de su cargo de obispo del Ejército. Tras varios cruces entre Roma y Buenos Aires, el entonces cardenal Joseph Ratzinger apoyó a Baseotto y le comunicó su malestar por "la grave situación que se creara en Argentina con relación a la intervención de V.E. (Baseotto) a favor de la vida naciente y de la dignidad de la sexualidad humana".

También desde Roma, el vocero oficial del Vaticano, monseñor Joaquín Navarro Valls aseguró -en esos días- que en el caso de que se le impidiera al obispo castrense el ejercicio de su ministerio pastoral, es decir, la atención religiosa de los militares, esto podría configurar "una violación a la libertad religiosa".


"Encuentro cordial"
Por otra parte, Custer señaló: "En el encuentro con el Santo Padre pude manifestarle un saludo individual, y expresarle, en nombre del pueblo y el gobierno argentino, el deseo de que logre realizar el mejor pontificado, y reforzar al máximo las buenas relaciones que existen entre el Vaticano y la Argentina".

El embajador contó que el Papa le trasmitió en español "un saludo cordial a todo el pueblo argentino y su gobierno", en palabras que "realmente no parecían de compromiso".

A su vez, el embajador argentino "le expresó los mejores deseos del pueblo y del gobierno para que su pontificado sea exitoso en la búsqueda de la paz, la justicia y la fraternidad entre los pueblos".

Durante su exposición ante los embajadores, Benedicto XVI reiteró "el compromiso de la Santa Sede con el valor de la paz", y destacó que "la paz se construye a través del diálogo, camino que permite superar todo tipo de conflictos".

Asimismo, señaló el compromiso de la Iglesia Católica "en proclamar y en defender los derechos humanos fundamentales", e hizo un llamado para que sean reconocidos a todas las personas el derecho a la vida, a la alimentación, a una vivienda, al trabajo, a la salud, a la protección de la familia y al desarrollo social. (Télam)

Carlos Custer se entrevistó ayer con el Papa.