"Estamos enamorados de nuestra estética kitsch"

Sergio Pángaro dijo que el rock es una industria más

"Hace tiempo que dejamos de tomar el kitsch como algo burlón. Nosotros nos enamoramos de esta estética", aseguró Sergio Pángaro, voz líder del grupo Sergio Pángaro y Baccarat, que se presenta hoy, a las 22, en La Luna, Tucumán 971. Con la excusa de mostrar los temas de su último disco, "Baccarat en castellano", la banda trae su propuesta musical que fluctúa entre el jazz, el bolero y el pop con un componente humorístico basado en la ironía y no exento de crítica. "Estamos en contra del rock, porque enfrió el entusiasmo hacia la libertad y los ideales hippies y se convirtió en una industria más", enfatizó el vocalista.

El cantante de la banda ahondó más sobre este punto: "Baccarat, siendo cultor del jazz, es más rebelde que el rock -dijo-. Lo que hacemos es más difícil de digerir y también más arriesgado. Sin embargo, nuestra actitud se emparenta, más allá de lo estrictamente musical, con la misma actitud contracultural que tuvo el rock, y ya perdió, en la década del 50 y 60".

Pángaro dijo que no se sienten encerrados en una propuesta kitsch, pese a que así lo identifican en el medio y ellos tienen una particular debilidad por ese estilo. "Cuando era adolescente el kitsch me hacía reír pero ahora, con 40 años, me causa ternura, y me da nostalgia de algo que pasó y no vuelve. Eso está presente a la hora de cantar y componer", indicó.

El líder de la banda destacó que siempre les interesó potenciar la veta del humor. "Cuando surgimos hace diez años ya habían aparecido grupos como Los Twist que tomaron música de otras épocas y la ejecutaron de manera desenfadada -recordó-. Nosotros no llegamos a esa cuota evidente de sorna, pero sí trabajamos una burla implícita hacia nosotros mismos".

Siempre bajo el paraguas del humor, Sergio Pángaro y Baccarat es un grupo esencialmente romántico, y suelen expresar con un tono muy particular el llamado mal de amores. "La persona que sufre el dolor por un amor se le hace todo más digerible si se toma las cosas con humor. Nuestra función en el escenario responde un poco al principio del bufón", ejemplificó el artista.

Aunque algunos los llamen un grupo de culto, destaca que ese rótulo es "un raro prestigio". Y da sus razones: "Prefiero no ser de culto, aunque entiendo que es un honor, pero no es algo que se logra de modo voluntario. De todos modos, sólo a través de lo producido luego del paso del tiempo se puede determinar si un grupo es de culto o no".

El eclecticismo de su propuesta, integrada por variados géneros musicales, es un elemento que conlleva a alejarse de las grandes convocatorias. "Estamos corridos de la masividad, pero nuestro anhelo es que nos escuche la mayor cantidad de gente posible. Tenemos un lenguaje llano y directo, pero entendemos que no es lo que la industria piensa que debe ser lo popular", destacó.