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 viernes, 13 de mayo de 2005  
Yo creo: "El humor kitsch saltó a primera"

Pedro Squillaci / La Capital

Kitsch, bizarro, naif son palabras que habitualmente se citan para referenciar a un humor que saltó a primera, casi sin pedir permiso. Es el espíritu de comicidad que despuntó a través de Alfredo Casero y hoy tiene a Diego Capusotto y Flavio Alberti como grandes exponentes. Como muestra "Una noche en Carlos Paz" llegó este fin de semana para dos funciones a teatro El Círculo, nada menos, y ya va por cuatro. El público, entre 20 y 40 años, con gran número de universitarios, tienen cierta debilidad por ese tipo de humor. Y va más allá de que esté o no al aire el programa con el que este desopilante dúo saltó a la popularidad, léase "Todos por dos pesos", que hace tres años que no está en pantalla (y encima iba en Canal 7). Ahora bien, la inclinación por este humor está denotando un cambio de preferencias que no puede pasar desapercibido. Por más que haya dinosaurios que quieran eternizarse en la pantalla chica, eso no quiere decir que tengan propuestas artísticas imbatibles. Gerardo Sofovich sigue con "Polémica en el bar" y este domingo vuelve "La peluquería de los Mateo", pero lejos está de generar una revolución en el rating. Actualmente todo el humor que sobrevive y va por más tiene una estética bizarra. Marcelo Tinelli, más allá de los programas truchos con Luciana Salazar y la ironía de los raporteros, tiene los momentos más desopilantes en un ranking musical que, dicho sea no tan de paso, es un robo a mano armada de la escuela de Casero. Los ex "VideoMatch" Pablo Granados y Pachu Peña aportaban en su era tinelizada ese toque bizarro con "Deporte en el recuerdo" y actualmente, en "No hay 2 sin 3" siguen trabajando a full con esa ironía en la cual el doble sentido y el ridículo tienen especial protagonismo. El vacío de humor que se generó en la tele a partir de la ausencia de Alberto Olmedo todavía se respira. El Negro no sabía de kitsch ni de bizarro, pero encajaría perfectamente en un programa como "Todo por 2 pesos", con Alberti y Capusotto como laderos de lujo. Olmedo no habría atrasado la televisión, quizá conservaría un toque clásico y se hubiese aggiornado con las nuevas corrientes. Demás está decir que llevaría el rating al rojo vivo. Y si no le tienen fe...
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